Caso Paola Álvarez: pasó un mes y no hay rastros de la joven
El novio y los padres de este permanecen detenidos y mientras la Justicia busca un cuerpo, la mamá de la joven mantiene la ilusión de volver a verla viva.
MÓNICA MORALES. Continúa la búsqueda de su hija mientras el novio y los papás de este están detenidos por la desaparición de Paola Álvarez.
Se cumplió un mes de la desaparición de Paola Álvarez y el misterio gobierna el caso. Pasaron 30 días y aún no se sabe dónde está la joven mamá.
La falta de pistas llevaron al fiscal a cargo del caso a ampliar el radio de búsqueda y –al igual que por la desaparición de Gala Cancinos-, se pidió la cooperación de las policías de otras provincias para encontrarla.
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La familia de la joven espera constituirse como querellante en la causa que tiene a Santiago Zambrani detenido e imputado como autor del delito de homicidio calificado. También a sus papás: Alfredo Francisco y Amelia Inés Huergo, acusados por el delito de partícipes secundarios en perjuicio de Paola.
En los últimos días el juez de Garantías 4, Diego Rodríguez Pipino, hizo lugar al pedido de la Fiscalía Penal 4 de la Unidad de Graves Atentados contra las personas y ordenó la prisión preventiva para los tres imputados. Los padres del principal sospechoso están acusados de entorpecer la investigación y ayudarlo a eludir el accionar de la justicia. Falsearon datos y sus declaraciones se contradijeron con las imágenes registradas por las cámaras de seguridad en los momentos previos a la desaparición de la joven. El fiscal argumentó que “los datos no se ajustan a la verdad y tienen una clara intención de ocultamiento”.
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Mientras el caso está envuelto en misterio, Mónica, mamá de Paola, continúa la búsqueda entregando folletos y empapelando la ciudad. Sin ocultar la desesperación que siente, apuntó contra Zambrani.
“Zambrani no habla porque tiene miedo, cree que callando puede quedar en libertad, pero el fiscal me dio seguridad de que esto no va a suceder”, dijo en diálogo con LA GACETA.
La desaparición de la joven golpea fuerte en la familia porque mientras la Justicia busca un cuerpo, Mónica busca a su hija. “No pierdo la ilusión de volver a verla, como madre siento que ella está en algún lugar y está viva”.
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