La falta de pistas en los casos de Jimena Salas, Paola Álvarez y Gala mantiene en silencio a los fiscales

Las familias comparten la angustia por el crimen de Vaqueros y la desaparición de las jóvenes.

13 Jun 2017
1

GALA CANCINOS, PAOLA ÁLVAREZ Y JIMENA SALAS. Sin pistas firmes en la investigación, los fiscales se mantienen en silencio.

El crimen de Jimena Salas y las desapariciones de Paola Álvarez y Gala Cancinos no solo comparten la angustia de las familias sino también el silencio de los fiscales.

Del brutal homicidio del barrio San Nicolás de Vaqueros pasaron ya 137 días. La pista más firme de la investigación es una suerte de identikit de uno de los sospechosos que difundió la Justicia el 10 de mayo, cuatro meses después del crimen de la joven mamá. La medida fue dispuesta por el fiscal Pablo Paz para “lograr recolectar datos que permitan la ubicación y detención de uno de los sospechosos”. Las características del hombre surgieron de una serie de declaraciones testimoniales; la mayoría de ellas vecinos de la víctima.

El misterio gobierna la causa; la búsqueda de la Policía y los informes de la Fiscalía no pueden dar con el principal sospechoso. Ante la falta de datos o hipótesis más firmes, la defensa de Nicolás Cajal, esposo de Salas, a cargo de Pedro Arancibia cuestionó la investigación asegurando que la familia de la víctima ya conocía el identikit dos meses antes de que fuera difundido. En diálogo con LA GACETA apuntó contra la falta de recursos económicos y asignados a la investigación al tratarse de un caso tan complejo y con tantos datos para procesar. Entre el silencio, y a la espera de mayores pistas, la familia y los vecinos marchan cada viernes por las calles de Vaqueros pidiendo justicia.

Dos búsquedas desesperadas

Al caso de Jimena Salas se suman las desapariciones de Paola Álvarez. Mientras Mónica Morales desea reencontrarse con su hija, la Justicia busca un cuerpo. La joven mamá está desaparecida desde el viernes 5 de mayo. La pareja de la joven, Santiago Zambrani está detenido e imputado como autor del delito de homicidio calificado. Los padres del principal sospechoso, Alfredo Francisco y Amelia Inés Huergo, están imputados como partícipes necesarios.

El silencio de los acusados los mantiene presos porque según las imágenes de las cámaras de seguridad, Paola fue vista por última vez llegando a la casa de Zambrani y no se la ve salir.

“Se trabaja porque los medios están encima”, dice Mónica Morales.

A un mes de la desaparición y ante la falta de pistas, se pidió la colaboración de la División Canes de un grupo especial del Servicio Penitenciario Federal y la Unidad de Búsqueda de Personas Extraviadas del Ministerio de Seguridad de la Nación. En los rastrillajes -registrados con drones- no encontraron a la joven de 21 años, mientras Mónica continúa la búsqueda empapelando la ciudad, sin perder las esperanzas.

Otro caso es la desaparición de Gala Cancinos, la menor de 14 años vista por última vez el martes 16 de mayo en el Parque Bicentenario. Para sus papás, la angustia es tan grande como el misterio. ¿Qué pistas hay?

“Estamos como el primer día, no hay pistas de mi hija”, afirma la mamá de Gala. 

“Respeto las líneas de investigación de la Justicia y de la Policía pero no tienen nada para decirnos de dónde y con quién está Gala. Aparece una pista pero al tiempo hay una puerta que se cierra”, dijo a LA GACETA, Mónica Ovandos, mamá de la menor.

Si bien la búsqueda de la adolescente es diferente al caso Álvarez -porque los investigadores tienen la presunción que la muchacha está viva y está siendo retenida por alguien-, tampoco hay pistas firmes que digan dónde puede estar. Ayer, el Ministerio Público Fiscal emitió un comunicado asegurando que se duplicaron los recursos humanos, técnicos e informáticos para encontrarla, un mes después de su desaparición, igual medida que se tomó con Paola.

La familia de Gala reconoce que es activa la búsqueda pero no oculta el malestar. “Estamos como el primer día, no hay pistas de mi hija”, dijo la mujer. El Ejército se sumó a la búsqueda de la adolescente, pero no hay rastros.

“La atención de la prensa dispara la atención de los casos”

Para Mónica Ovandos, la repercusión de cada caso es crucial para el avance de las investigaciones y aseguró: “los tiempos de la familia no son los mismos de la Justicia, la atención de la prensa dispara la atención de los casos”.

El pensamiento es compartido por Mónica Morales que también sigue buscando a su hija y dice que “se trabaja porque los medios están encima”. Al igual que Ovandos, cuenta a LA GACETA que el diálogo con los investigadores y la Justicia es permanente pero sostiene que “tal vez hubo demoras” para ampliar la búsqueda y pedir la colaboración de fuerzas nacionales. 

No hablan

Ante el reclamo de las familias y de la defensa de ellas, LA GACETA intentó comunicarse con los fiscales a cargo de las investigaciones pero desde el área de comunicaciones del Ministerio Público Fiscal indicaron que los magistrados solo se pronunciarán a través de los comunicados que se publican en el sitio oficial.

Comentarios