Sáenz no logró contener el espacio y se dispersó la oposición

Con el cierre de listas consumado, el escenario político se clarificó y dejó expuesto Gustavo Sáenz. No pudo reeditar el armado de 2015 y el espacio sufrió bajas importantes. Celebra Urtubey.

16 Jun 2017
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Con el cierre de listas se completó el primer tramo de las elecciones y varias incógnitas se fueron despejando. No obstante, es un preludio de la disputa que ya se está jugando por la conformación de listas que termina el 24 de junio.

Como cada año electoral, el cierre del plazo para la inscripción de alianzas que disputarán cargos nacionales y provinciales para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias clarificó el escenario.

El alejamiento del Partido de la Victoria produjo un cimbronazo en el armado del oficialismo provincial. Pero la salida de Salta Somos Todos y la negativa del radicalismo salteño a integrar un frente que aglutine a la oposición cercana al Gobierno nacional dejó al intendente Gustavo Sáenz sin la posibilidad de erigirse como la figura indiscutida de la oposición a Juan Manuel Urtubey.

Pensando en 2019, ahora Sáenz deberá disputar ese espacio con Alfredo Olmedo, Miguel Nanni -dos que dejaron en claro que no juegan para él- y el siempre presente Juan Carlos Romero.

Cuando todo parecía encaminarse para que se reedite el frente que compitió por la gobernación en 2015, el partido de Alfredo Olmedo decidió cortarse solo y presentar candidatos propios en las nacionales y en todas las categorías provinciales y Sáenz, como líder de todo ese espacio, sumó su primera frustración en el armado electoral. Siempre pensando en las elecciones de 2019, cuando Urtubey deje el cargo. A esto hay que agregarle el obstáculo que plantea el radicalismo salteño, cada vez más lejos de la Municipalidad.

El liderazgo del intendente de la ciudad de Salta en el esquema Cambiemos viene creciendo. Incluso, varias de las figuras de ese espacio que lo señalan como el referente desfilaron por los pasillos de Casa Rosada definiendo estrategias junto a los referentes nacionales del PRO, quienes tomaron nota de ese liderazgo y lo posicionaron como el principal dirigente. De esa forma se entiende la foto que Sáenz difundió a través de sus redes sociales, en donde se lo ve junto al presidente Mauricio Macri.

Festeja Urtubey

La salida del olmedismo de la principal estructura de la oposición y de la autoexclusión de la UCR en el armado provincial fue motivo de festejo en el oficialismo. Entienden que esta fragmentación del voto opositor al Grand Bourg favorece a su estrategia.

La ruptura del PV con la estructura electoral del oficialismo prendió las alarmas de los principales operadores. Sin embargo, los problemas que tiene el kirchnerismo para competir en unidad y la falta de acuerdo de Cambiemos hacen que en el oficialismo empiecen a mirar las elecciones con mayor confianza.

El armado

Salvo algunas excepciones, Cambiemos todavía no tiene definida las candidaturas. Para la boleta nacional, casi con seguridad, Guillermo Durand Cornejo buscará ser reelecto. El Pro nacional lo eligió para que renueve su banca, debido al buen caudal de votos que tiene en la capital provincial.

Con encuestas en mano, los armadores de ese espacio entienden que el actual diputado podría sumar más en el interior, frente a lo que podría hacer el periodista Martín Grande, otro que había manifestado su decisión de competir por una banca en el Congreso. Grande tiene buena intención de votos en la capital, gracias a su audiencia en la radio, pero en el interior ese es su déficit.

Para las provinciales el armado es claro: cada fuerza integrante de la alianza competirá en soledad, salvo en algunas excepciones. El PRO compartirá listas con el PPS, Sáenz irá con su propio sello, el romerismo con el flamante Salta nos Une. Todos bajo un mismo candidato a senador provincial.

No obstante, acá Sáenz también podría tener algunos problemas: luego de varias declaraciones cruzadas, muchos dirigentes se preguntan si el romerismo apoyará la presunta candidatura de Martín Grande a senador provincial. El periodista había asegurado que no quería “ningún peronista” en las boletas, en clara alusión a Bettina Romero, hija del senador nacional y precandidata a diputada provincial.

Según indican fuentes cercanas al senador nacional esa interna se podría solucionar si el periodista se baja de la contienda electoral. Quien iría a competir por la ansiada banca del Senado sería Ricardo Villada, hombre de confianza de Sáenz, pero también de Romero.


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