Según una sexóloga, “que un hombre quiera ser penetrado no lo califica como homosexual”

Tomando como punto de partida el escándalo de Diego Latorre, Isabel Broschi derribó varios mitos en torno a la sexualidad masculina.

19 Jun 2017
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FOTO TELEMUNDO

¿Sos tan macho para contar que te gusta el sexo anal? El escándalo mediático desatado a raíz de los mensajes que se filtraron entre Diego Latorre y  Natacha Jaitt fue el desencadenante de un tema tabú: el gusto de algunos hombres por los estímulos anales.

La licenciada en sexología, Isabel Boschi, fue contundente al respecto: “que un hombre quiera ser penetrado no lo califica como homosexual, simplemente denuncia un hecho científico, que la próstata del varón es muy sensible”, afirmó en diálogo con “Buena Mañana”, por Radio 10.

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Boschi agregó que si bien siempre se lo ha asociado con la homosexualidad, hay muchos homosexuales que no les gusta la penetración anal. Además reveló que, de acuerdo a su experiencia profesional, los hombres suelen confesar, no solo prácticas sexuales, sino “fantasías que promueven la excitación” pero que lo ocultan a la pareja y a amigos solo “para mandarse la parte con una especie de penemanía o falocentrismo sobre  si es grande o es chico o cómo se usa y todo para la gilada, pero en la cancha se ven los pingos y la cancha es la cama”.

“El sexo anal ha gustado a hombres y a muy pocas mujeres desde la iniciación de los tiempos"

El estar adentrados en el siglo XXI no ha traído aparejado el entendimiento de un tema que, según la sexóloga, es histórico. “El sexo anal ha gustado a hombres y a muy pocas mujeres desde la iniciación de los tiempos, que no se practique se debe a razones ideológicas y de un concepto de moral que considera -la mayoría de los sexólogos esto no lo compartimos-, que la sexualidad es solo vaginal porque el fin es la reproducción”, contó recordando que los griegos y los romanos ya usaban juguetes sexuales.

Sobre ese concepto que Boschi discute, agregó que reducir el sexo a lo vaginal deja afuera a mucha gente que tiene otras prácticas como el sexo oral, el sexo anal, por contacto, a la masturbación ya que “todo lo que no procrea es visto como malo e indecente”.

La necesidad de la educación sexual

La sexóloga sostuvo que educar sexualmente es fundamental en una sociedad: “voy a defender la educación sexual como lo hice en la Legislatura en 2002, porque las nenitas embarazadas a los 10 o 12 años son producto de la ausencia de educación sexual”, enfatizó.

La especialista, que disertará en el Congreso de Sexología de Rosario del próximo 23 y 24 de junio, contó que en Estados Unidos los jóvenes que tuvieron educación sexual se inician más tarde porque aprendieron a cuidarse.

Su idea es que deben existir capacitaciones con docentes por un lado y talleres con padres por el otro y que a los chicos les hablen ambos de un modo específico: “con delicadeza y ternura, no se arrojan los conceptos ni se dan libros así nomás”.

“Difundamos los elementos de la educación sexual, por eso es la familia la que también debe aprender; la sexualidad es una cosa muy bella que hay que aprenderla y disfrutarla, merece ser un plato en la mesa de la familia”, aseveró.

Boschi dejó su consejo: “no hagas nada que no quieras hacer y hacé todo aquello que quieras pero informate y cuídate; la intimidad se juega en las cuatro paredes de la habitación y nadie es bueno o malo si no hace daño a otro”.


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