Préstamos personales: ¿cuánto cuesta comprar plata?

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Cuando no reunís los requisitos que imponen los bancos, conseguir un préstamo puede salirte muy caro.

16 Jul 2017

Plata fácil, crédito inmediato, a sola firma y disponible en pocos minutos, a cambio de unos mínimos requisitos para verificar identidad, domicilio y voluntad de pago. El costo de la vida inclina cada vez más la balanza a favor de los préstamos y quienes no cumplen con las exigencias de los bancos o las tarjetas de crédito terminarán cayendo en financieras y prestamistas que venden efectivo a precios muy altos.

En el último año, el centro salteño vio prosperar decenas de locales donde cualquiera puede conseguir desde pocos cientos de pesos hasta decenas o cientos de miles, a cambio de compromisos de pago que implican, en muchos casos, contratos inclementes con los morosos. Las tasas de interés pueden llegar al 150% por mes o más, de acuerdo al nivel de riesgo potencial de incumplimiento que represente el deudor. 

En Credilab, por ejemplo, comprar $10.000 cuesta $8.420 más, que se pagan junto con la devolución del dinero en 12 cuotas.

A pocos metros del local, con mínimas diferencias hasta en el nombre, Credipaz presta hasta $18.000 en 15 minutos, y en un año habrá que devolverle $40.980, es decir que recibirá $22.980 además del dinero prestado, en 12 cuotas no tan cómodas.

En Credil, el máximo de dinero que se presta es el que marcan los ingresos mensuales del solicitante. Si, por ejemplo, se piden $15.000, en un máximo de 12 meses se terminará devolviendo $30.840.


Uno al precio de dos

Gastón Moreno pone en perspectiva la lógica de este tipo de productos con un ejemplo concreto: ¿cuántas licuadoras se pagan con lo que cuesta financiar el costo de una? "Lo que hay que tener en cuenta es el costo financiero total (CFT), que es la tasa de interés de la financiación más los gastos administrativos", dice el economista a LA GACETA. "Ese CFT puede superar el 100% y en términos prácticos para el consumidor significa comprar dos veces".

La desventaja para el deudor se potencia con la política de altas tasas de interés que marca el Banco Central, y que actualmente superan el 20% anual. "Esas tasas son libre de riesgo porque son las que pagan las letras Lebac", dice y explica que en este momento esas tasas superan lo que pagan los plazos fijos. "El dólar está estable y para que la gente no se vuelque a comprarlo la tasa sigue subiendo. Todas las tasas de la economía se rigen por este valor, y es probable que los bancos suban las tasas para los préstamos para el consumo", agrega el especialista. 

Menos por más

En Efectivo Sí, una de las firmas dedicadas a financiamiento a sola firma en la ciudad, uno de los productos que mayor demanda tienen por estos días son los préstamos personales de $20.000 y en plazos de no menos de 12 meses. "Se está vendiendo mucho más que el año pasado", cuenta Cristian Guerrero, encargado de la sucursal local. El sistema funciona como la mayoría de las financieras no bancarias: los clientes que piden préstamos por primera vez son los que más pagan y, a medida que cumplen el compromiso y renuevan créditos, van obteniendo "premios" por buen comportamiento y consiguen mejores tasas de interés y mayores montos. 

La diferencia es importante: los primerizos pagan entre 4,36% y 5,18% de interés por mes y los reincidentes cumplidores acceden a una tasa mínima de 3,29%.


A cambio de un alto precio en comparación con los bancos, las financieras habilitan préstamos a aquellos a quienes ese sistema deja afuera por falta de garantías, de requisitos y de historial crediticio. A mayor riesgo, mayores tasas, y la manera de conocer cuán riesgoso es un potencial deudor aparece con una mínima información: el número de documento.

Las bases de datos que emplean estos comercios de dinero permiten conocer al detalle la vida de los solicitantes, desde las propiedades hasta los trabajos realizados, las tarjetas de crédito, compras y demás. "Cada compañía tiene su manera de evaluar a los clientes. Lo que se tiene en cuenta es si se atrasa en los pagos de sus deudas. Mucha gente se atrasa uno o dos meses y eso hace que las entidades los rechacen", cuenta Guerrero.

Usar solo en caso de emergencia

Para Lucas Dapena, doctor en Ciencias Económicas, el recurso no conviene "en absoluto". "No hay préstamos personales con costos menores al 50% anual, y lamentablemente mucha gente no tiene otra opción", dice y señala que es muy alto el riesgo de no poder pagar lo que cuesta obtenerlos. "El que no puede pagar empieza a financiar la deuda y puede quedar en el Veraz, el Seven. El consejo es siempre, antes que la tasa, conocer el CFT y elegir siempre el menor. "Las financieras o bancos chicos son los más peligrosos porque te cobran mucho y tienen una letra chica que incluyen multas y penalizaciones", agrega.

"Los más vulnerables, los empleados informales, son los que tienen que tener más cuidado porque pueden perder todo si no cumplen al pie de la letra con los pagos. Lo ideal es no meterse en una financiera, conseguir algún pariente o amigo que les preste porque podés perder hasta tu casa por $30.000", concluye. 


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