Teuco Castilla: “la poesía es una trinchera imparable”

“La poesía es una trinchera imparable”, dice Leopoldo Teuco Castilla. La palabra “trinchera” no es gratuita (en realidad, el que lee sus poemas llega a sentir que hay un proceso minucioso en la selección de cada palabra). Porque al hablar de los tres libros que presentará esta noche en la biblioteca provincial, también habla de la crisis económica y política que atraviesa el país. Dice que es una suerte publicar tres libros en un año de crisis y después enfatiza que a la crisis económica, dirigida “por estos incapaces que tienen el poder”, no le debemos sumar una crisis en la creación. “La poesía desde hace siglos viene defendiendo los mejores valores, los más justos y la armonía del hombre con el universo.

 El Teuco nació en Salta, en 1947. En el momento de esta entrevista estaba por volver a Salta. Esta información es conocida por muchos, pero no está de más señalarla para los jóvenes lectores: Leopoldo es hijo de Manuel J. Castilla, uno de los grandes poetas que ha tenido la provincia. Al mismo tiempo, es algo injusto esto de decir “hijo de”. El Teuco es grande por méritos propios. Marcos Rosenzvaig lo resume mejor en un párrafo de una reseña de NGORONGORO, uno de los tres libros que se presentan: “La lucha filial, encarnizada o silenciosa, se proyecta en el tiempo, como si los padres fuesen un obstáculo, una sombra sin cuerpo. No es el caso de Leopoldo Castilla; iguala en talento a su padre (Manuel J. Castilla) y, hace de su sombra un árbol frondoso en el desierto”.

 Durante la entrevista, cuando se le pregunta cómo es volver a Salta, y volver a caminar por una calle, que, no es un detalle menor, tiene una estatua de su padre, responde: “Estoy acostumbrado a mi padre y a mi provincia y con vuelvo a salta porque nunca se me va de adentro”.

 El Teuco es un ser trashumante. Esos viajes se filtran en lo que escribe. “Yo empecé a viajar hace más de 50 años. Siempre me gustó viajar y tuve los deseos de conocer el mundo”, dice y añade: “El hombre que viaja es el mismo que cuando está quieto. Viaja con su emoción, con su percepción, y como fui un tanto persistente en el tema de escribir, necesito escribir todos los días, entonces tampoco paro cuando estoy viajando. No escribo en los viajes, pero voy anotando cosas que me emocionan, solo para la poesía. Aunque vea maravillas, si la poesía no quiere entrar, no la obligo”, dice.

Después indica que hace poemas sedentarios. “Yo estoy tratando de escribir todo el tiempo porque a la poesía no solo hay que esperarla sino que también hay buscarla”, dice.

 Sobre los viajes dice que cada lugar tiene un tono distinto. “Cada paisaje, cada grupo humano trasmite su propio ritmo, su propia velocidad, su propio estar trasparante sobre la tierra, sea el pueblo que sea”.

Sentencia: “La poesía, como bien sabes, la poesía hace lo que quiera, cambia de voz, de música y de ritmos, cuando ella lo exige y cuando el material con el que trabajo lo manda”

 El Teuco sostiene que sigue con atención lo que se escribe en Salta. “Me interesa mucho que mi provincia tenga los talentos como los que tiene, en las nuevas generaciones, porque al nombre de Salta hay que defenderlo y dejarlo bien alto”.

 “Hay muchos poetas maravillosos, sobre todo la generación joven está dando unos poetas magníficos. Porque hubo una generación anterior que escribía más atada a un deber ser de la poesía que dio una poesía anodina, caima, en cambio esta nueva generación, de gente que tiene unos 40 años, escribe con seguridad de que está escribiendo sobre su mundo; es emocionada, y eso no quita que sea inteligente, y no es una mera literatura”, dice.