Abel Pintos: "soy un hombre dinámico"
FOTO INFOCARLOS PAZ
El músico abrirá en Salta la gira con la que presentará su disco "Once" en todo el país. En esta nota habla de su presente, del casamiento de Messi y el escándalo de Catamarca.
Este año volvió a ser figura y estrella en los premios Gardel, fue el regalo sorpresa para Lionel y Antonela en el casamiento del año, lanzó disco nuevo que es récord de ventas y las entradas para sus shows desaparecen en pocas horas cuando salen a la venta. El presente de Abel Pintos está soleado, tranquilo, contento, apenas amenazado por un escándalo que se generó por su presencia en el Festival del Poncho de Catamarca, pero que sobrevuela con la conciencia tranquila.
Después de girar por toda Argentina, se irá a mostrar sus nuevas canciones a países amigos y a seguir soñando. Pero antes de todo eso, más de 20 años después de comenzar el camino, el niño de oro de la industria de la música nacional charló con LA GACETA y contó cómo está hoy, a pocos días de abrir su gira nacional en el Estadio Delmi, el próximo jueves.
-¿Cómo estás viviendo este momento y qué sueños siguen después de tantos que ya cumpliste?
-Lo vivo con mucha emoción y sintiéndome muy agradecido con todos los que de una u otra manera hacen que todo esto sea posible. Tengo muchos sueños y proyectos artísticos, pero me gusta tomarme las cosas con calma y dando un paso a la vez. El siguiente paso es realizar esta gira que comienza el 27 de julio en Salta, que me va a llevar por toda Argentina y algunos otros países, para presentar mi álbum "Once".
-¿Por qué en Salta?
-Por un lado, por una cuestión logística de conveniencia, comenzar por una región y ocuparla toda con Tucumán, Santiago del Estero, Jujuy, y poder manejar mejor las distancias. Pero también elegimos Salta porque tengo muchos amigos y queríamos comenzar la gira con el pie derecho, en un lugar donde nos sintiéramos como en casa.
-En Tucumán se agotaron las entradas para tus cuatro shows en pocas horas. ¿Cómo te hace sentir esta respuesta de tu público?
-Es una ciudad que quiero mucho y me siento muy querido, donde he brindado muchísimos conciertos en 22 años. Seguimos conociéndonos con el público como me sucede también en Salta, renovando el cariño con la gente. Cada vez que ponemos las entradas en venta es muy emocionante. Las cuatro funciones están agotadas y ahora tuvimos la feliz noticia de ser invitados al festival Atahualpa en agosto. Todas las personas que se quedaron sin entradas, podrán asistir al concierto ahí. Me siento muy feliz y agradecido con el público.
-Tus inicios fueron en el folklore, te abriste desde ahí al pop, a otros estilos y sonidos ¿qué pasó en la relación con tu público a través de estos cambios?
-Disfruto mucho del estilo de la relación y el tipo de conexión que tenemos. Es una conexión muy genuina y de ahí lo mucho que disfruto la libertad que me brindan a la hora de la creatividad. Comencé haciendo música folklórica y que amén de haber recorrido otros géneros sigo cantando folklore y va a ser siempre y por siempre la música de raíz de mi profesión. Esta libertad que el público me brinda de poder expresarme en los géneros que me quedan más cómodos para poder transmitir los mensajes que es lo más importante para mí, sabiendo que el público lo va a recibir siempre con el mismo respeto, el mismo amor y apertura mental y emocional, es grandioso para mí, un regalo muy grande que valoro mucho.
-¿Cuál es el mensaje de "Once"?
-En este disco doy mi opinión sobre dónde creo yo que están las relaciones entre los seres humanos hoy en día. Desde qué lugar nos relacionamos y mi opinión sobre cuán importante es respetar las individualidades en las relaciones, las propias y las de los demás. De esa manera, respetando las individualidades, podemos elegir relacionarnos por quiénes somos y no por los intereses que nos puedan ligar. Aprender a respetar quién es el otro, también nos ayuda a respetar quiénes somos nosotros mismos, de eso hablo en el disco.
-¿De qué manera lograste trabajar y sostener el estilo en una industria comercial sin que se pierda tu identidad?
-En órdenes generales, soy un hombre dinámico, disfruto de la dinámica. Hay una frase muy linda que dice que lo único permanente es el cambio. Creo que el estilo, dentro de la música de un artista, es algo que se construye a lo largo del tiempo, no es un único sello. Tiene distintos caracteres. Si nosotros, los músicos, como seres humanos, vamos cambiando todo el tiempo, me parece lógico que nuestra música vaya cambiando. También es cierto que hay grandes músicos en el mundo que mantienen un mismo estilo o carácter y lo hacen muy bien. En lo personal me gusta la dinámica, reflejar mis cambios emocionales y personales en mi música.
-¿Cómo llegaste a ser el regalo para Antonela y Leo Messi en su casamiento?
-Me invitaron hace unos meses y no podía comprometerme con la fecha porque tenía programado un viaje a España. Un tiempo después fui a Rosario a promocionar mi gira y la producción del casamiento me contactó y justo mi viaje se había pospuesto unos días, así que acepté la invitación.
"Para Antonela siempre fue una sorpresa, y el autor era Lionel. Él ya lo había dado por perdido entonces le pedí a la producción que lo mantuviera en secreto para que sea una sorpresa para los dos, porque quería que fuera un regalo genuino, de corazón. Luego tuvo una repercusión enorme, pero lo más importante para mí era poder darles ese regalo que yo sabía que para ellos era especial".
-¿Qué recuerdo te queda de ese encuentro?
-Para mí fue muy emocionante porque los vi verdaderamente muy conmovidos. Sentí que pude cantar para ellos como seres humanos, más que como celebridades. No nos conocíamos. Ellos me invitaron a quedarme, pero decliné la invitación siéndoles muy sincero. Sentía que mi participación ya estaba hecha, que mi papel esa noche era ese, el del regalo, el acompañarnos con esa canción. No soy amigo de ellos y respeto mucho las intimidades, consideraba que la fiesta era algo muy íntimo. Sin embargo esto se los pude explicar en un encuentro muy íntimo que tuvimos de algunos minutos y ellos se mostraron muy cariñosos. Son seres muy sencillos, humildes, agradables y pudimos expresarnos mutuamente nuestra admiración, nuestra gratitud. Fue una experiencia muy emocionante.
-¿Cómo pensás tu intimidad siendo una figura tan popular? ¿En qué lugar te gusta estar para la gente?
-No busco ocupar un lugar en especial. Busco relacionarme sinceramente con el público. Soy quien soy y cómo soy, no hay más vueltas. No tengo otro costado. Me gusta relacionarme con todos de forma natural. Ir a dar un concierto y también ir al supermercado. No pienso ni me pongo en un papel. Tengo un rol artístico, pero luego soy un ser humano que vive su vida como lo hacemos todos. No busco un papel, ni un personaje. Mi personaje, si existiera, es artístico. No tengo un personaje montado y me gusta mostrarme como soy, poniendo los límites que me nace poner frente a mi intimidad.
-Tu participación en el Festival del Poncho en Catamarca fue parte de una polémica entre músicos locales y la organización del evento ¿qué podés decir de esto y cuál es tu posición sobre el conflicto que manifiestan los artistas?
-Estoy al tanto de todo lo que sucedió, pero me excede. No soy el organizador del festival. Si el festival tiene alguna situación delicada con los artistas locales no es una responsabilidad mía. Si me pedís mi opinión, considero que los artistas locales merecen un espacio en los festivales de su ciudad. Luego no puedo entrometerme en el manejo de la producción de un festival. Me parece que no es correcto hablar de estas cosas, independientemente de los números. No tengo nada que esconder, pero no me parece correcto exponerme a mí frente a una situación de la que no soy responsable. Estoy contratado para el festival y voy con el amor con el que lo hice durante muchísimos años, porque tengo un cariño muy especial con el Festival del Poncho. Las situaciones que el festival pueda tener con quien esa son del festival en sí mismo. Me debo a mi público, que agotó todas las entradas en dos horas. No faltaría a ese encuentro de ninguna manera. Tampoco guardo ningún tipo de rencor a quienes hicieron esta carta abierta. Entiendo que hayan tenido que buscar mi nombre porque atrae la atención de muchos. Me pareció desubicado responsabilizarme de una situación de la que no soy responsable. Amén de eso, no siento ningún tipo de rencor porque entiendo perfectamente la situación.
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