Juli Cansinos: "en el escenario siento que es mi alma la que baila"

Le faltan apenas unos meses para terminar una especialización en danza contemporánea en Buenos Aires y la salteña Julieta Cancinos Matos ya está comenzando a tomar impulso para llegar más lejos.

Sus ilusiones están en el exterior y está segura que va a alcanzar todo lo que se proponga. Mientras tanto disfruta de estar en el escenario y también de dar clases. Este jueves y sábado, por ejemplo, dará un curso intensivo de contemporáneo para nivel intermedio/avanzado en el estudio de Valeria Villagra -Belgrano 1409-.

Será la segunda vez que Juli dicta un curso de contemporáneo. La primera experiencia fue en febrero con alumnas de todas las edades que venían de diferentes danzas.

“Mi idea es transmitir todo lo que aprendí en estos años en Buenos Aires”, adelantó la bailarina que también quiere dedicarse a la docencia. Compartir lo que sabe con sus alumnas y alumnos es también su vocación.

Julieta se mudó a Buenos Aires hace tres años. Estudió unos meses en el Teatro San Martín, donde ingresó a través de una audición, y después comenzó una nueva carrera en Arte XX, una escuela de danza contemporánea dirigida por reconocidas figuras como Oscar Araiz, Andrea Chinetti y Guido De Benedetti. 

“Todo lo que estoy aprendiendo en el estudio es impresionante. Lo vivo como un enriquecimiento personal y profesional. Además, Buenos Aires es un mundo distinto y muy intenso. Allá de verdad te metés de lleno en lo significa ser una bailarina profesional. Tenés que estar segura para que no te avasalle”, destacó la joven artista.

En unos meses, la salteña termina su carrera y ya está pensando en lo que viene. Cuenta que vivir de la danza en Buenos Aires es difícil. Allá hay solo dos compañías de danza contemporánea que le ofrecen una salida laboral a los bailarines, el Ballet del Teatro San Martín y la Compañía Nacional de Buenos Aires.“Me gustaría irme afuera para seguir capacitándome y bailando”, agregó.

Juli hace danza desde los cinco años. Su mamá, su incondicional compañera, la vio bailando en un acto de jardín de infantes y no dudó en llevarla a una clase. Nunca más dejó de bailar. Comenzó con clásico en el estudio de Liliana Rinaldi y a los 12 siguió contemporáneo en el estudio de Sandra Piccolo. Recuerda que desde el primero momento amó la danza contemporánea. “Cuando estoy en el escenario me siento más transparente, siento que mi alma es la que baile”, finalizó.