¿Qué pasará con la economía después de las PASO?

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FOTO FGV PROJETOS

A pocos días de la elección de candidatos, tres especialistas salteños opinan sobre el panorama que se abre para el país y la provincia.

09 Ago 2017

Empleo, inflación, consumo, dólar, inversiones, crecimiento son algunas de las variables que están marcando el pulso de las elecciones legislativas. La economía está en boca de todos y el voto definirá cómo será el debate en el Congreso sobre lo que falta hacer a nivel nacional y qué acompañamiento se le dará en los poderes legislativos municipales y provinciales.

Después de un primer año y medio de gestión con los números cada vez más rojos, el último informe de la Fundación Mediterránea mostró índices positivos para Salta, con aumento en las operaciones inmobiliarias, incremento en la recaudación tributaria, de las ventas de autos y motos y tasas levemente superiores de empleo en comparación con el resto de la región.

Sin embargo, con muchos pendientes y pocas conquistas, el gobierno medirá en las Paso las expectativas que generó durante la primera mitad de su gestión, con un panorama que se abre a lecturas diferentes de acuerdo a quién lo mire.

Para tomar la temperatura de lo que viene, LA GACETA consultó a tres referentes de la economía local, que aportaron cada uno su visión de lo que se puede esperar en este sector luego de las primarias.

Voto de confianza

Desde la Cámara de Comercio de Salta, Rubén Barrios apuesta a mirar el vaso medio lleno y subraya que el factor que más desestabiliza es la incertidumbre de los consumidores. “Esperamos que se siga un rumbo que marche hacia el crecimiento. Sabemos que está empezando a crecer la economía, que la caída está siendo más atenuada y en algunos casos hay crecimiento. Esperamos que esto se generalice para todos los rubros de la economía, para los productores y los comerciantes”, agrega.

Barrios menciona entre los indicadores auspiciosos la desaceleración de la inflación y estima que los próximos meses pueden ser de crecimiento. “Es importante para recuperar el poder adquisitivo de la gente. Ojalá el gobierno y los gobiernos municipal y provincial acudan a este pedido de salvataje de las pyme, que están tan mal, y se implementen políticas de fomento reales a la actividad económica”.

Respecto de las previsiones de acuerdo a los resultados de las elecciones, Barrios opina que el consenso se asegura cuando ningún partido tiene mayorías absolutas. “Creo que va a seguir aumentando la cantidad de diputados y senadores del oficialismo, eso va a equilibrar más las fuerzas”, adelantó.

Cambiar para seguir iguales

Para Gastón Moreno, economista, las perspectivas, con o sin elecciones, siguen siendo poco auspiciosas para el crecimiento del país. “Es tristísimo que una elección tenga repercusiones en la economía. Eso habla de que las instituciones están muy mal”, reflexiona y señala como principal factor a las expectativas que tienen depositadas los individuos en los resultados.

“Esta elección tiene que ver con expectativas, sobre todo lo que se ve desde el exterior, pero a la gente no le va a cambiar la vida por lo que se defina en las Paso. A los inversores les interesan estas elecciones para ver si el gobierno se consolida y las empresas pueden tener previsibilidad”.

La posibilidad de anticipar un escenario económico, agrega, es directamente proporcional al impacto que producirá en las inversiones. Sin embargo, para Moreno el valor del dólar –que volvió a fluctuar hasta rozar los $18- no es un indicador de la temperatura social y económica. “El precio del dólar estaba atrasado y el gobierno lo maneja para que llegue a lo presupuestado, pero sería una complicación que siga subiendo a valores mucho mayores”, agrega.

La atención desmedida en el precio de la moneda estadounidense es, para el economista, responsable de muchos aumentos de precios que no deberían producirse. “Hay un factor difícil de analizar y es que las expectativas de aumento de cambio se trasladan a los precios antes de que eso suceda realmente y eso puede ser nocivo”.

En cuanto a las previsiones de los resultados, Moreno estima que el gobierno seguirá sin ser la mayoría en el Congreso y que la oposición continuará con divisiones múltiples. “Es muy sano que no haya consenso en todo, porque fue muy nocivo cuando el Congreso funcionó como una escribanía del gobierno”.

“Hacer predicciones es jugar a la tómbola porque estamos hablando de expectativas. Hay dos cosas que mueven la economía: las expectativas de los agentes económicos, que pueden llegar a generar un impacto en la elección, y la confianza. Es la tarea del gobierno generar confianza y expectativas positivas”, concluye.

Alerta trabajadores

Desde el Icepsi, Federico Maigua aporta una lectura todavía más pesimista y dice que el modelo va a seguir profundizándose a partir de diciembre, cuando asuman los nuevos legisladores. “Hay mucha especulación con lo que pueda pasar a partir de octubre. No creemos que vaya a cambiar mucho, y no va a cambiar nada de agosto a octubre”, anticipa.

“Las Paso son para definir las listas y el oficialismo va a superar las Paso y sus candidatos van a seguir en carrera”, estima y dice que si a partir de octubre se toman medidas más drásticas de ajuste, el resultado será todavía más duro con la gente.

“Las economías de las provincias dependen en gran medida de las medidas del gobierno nacional y no creo que el gobierno nacional tome el riesgo ajustar antes de las elecciones arriesgar el resultado electoral del octubre. Hay mucha especulación desde la oposición más anti macrista, que asegura que se viene un ajuste fuerte que va a repercutir en todo”, dice.

Respecto a los principales puntos de alarma para los trabajadores, Maigua anota la agenda que el gobierno todavía no explicitó pero que se prepara como escenario de nuevos ajustes. “Se está instalando el tema de la reforma laboral”, dice. “Observamos un trabajo mediático interesante en el sentido de querer mostrar como positivo lo que se hizo en Brasil, la pérdida de los beneficios de los trabajadores como medida para atraer inversores. El mensaje es que para competir con Brasil lo que debe hacer Argentina es adoptar las mismas medidas de flexibilización que aplicó Temer”, explica.

Para Maigua, el peligro de este avance sería una nueva amenaza para los puestos de trabajo. “Lo que se quiere instalar es que los trabajadores tienen que ser más solidarios, disminuir sus derechos para que otras personas puedan acceder al mercado laboral, ese es el mensaje y eso me hace ruido porque son muchos los periodistas que adhieren al gobierno nacional de Cambiemos y si lo quieren instalar es por algo”.

En cuanto a las señales que marcan la merma de la inflación y la baja del consumo, dice que se trata de una desaceleración importante, pero que viene acompañada de señales preocupantes. Veníamos con una inflación galopante, que llegó a fin de año con un 40% acumulado. Este año, hasta junio tenemos estudios hechos, con el 10,1% acumulado y si hacemos una proyección a diciembre llegaremos al 20 o 21%, muy distante al año pasado”. Sin embargo, Maigua dice que se trata solamente de números.

“Hay que observar más allá y ver la situación social de los barrios, que es donde estamos presentes. Ahí se observa un deterioro social importante. La pobreza no disminuyó y bajó en diciembre con respecto a junio del año pasado, pero no en relación a diciembre cuando asumieron. La pobreza sigue creciendo y siendo alta, y mucho más alta que en 2015”.

Entre las alertas que enciende está la de ajustar a los más pobres. “Si la variable para frenar la inflación son los trabajadores y sectores más humildes, no es el camino correcto. Bajar la inflación puede ser un logro, pero en lo social se ve una situación preocupante porque cae la economía, el consumo y desaparecen trabajos de la economía informal”.


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