Cinco consejos para lograr que "el misionero" sea una posición sexual más atractiva

Un especialista dice que si bien es tradiional, se puede usar para innovar con la actitud que cada uno le ponga.

09 Ago 2017
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Una de las posiciones sexuales más usadas, o quizás de las más tradiocnales, es la del misionero: ambos de frente, acostados.

"Cuando comienza el juego amoroso, con vistas a un encuentro erótico, los cuerpos se disponen casi espontáneamente buscando esa posición. Es una manera inconsciente de decir 'somos humanos, nos miramos, nos descubrimos, nos queremos, nos elegimos, nos calentamos'", explicó a Infobae Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo.

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Fue la única postura aprobada por la Iglesia Católica para hacer el amor considerada como "natural". 

"Los religiosos que llegaron a América para cristianizarla se encontraron con indígenas que hacían el amor 'como animales', reproduciendo la clásica pose 'del perrito'", detalló Ghedin

Para Ghedin la posición del misionero tiene su vuelta, pero hay que ponerle actitud y creatividad. 

Estas son algunas de las variantes para que los que buscan un rol más activo.

1) Ante todo hay que buscar, proponer, y enredar los cuerpos de manera placentera.

2) Colocar una almohada en la zona lumbar permite tener más movimiento.

3) Si sos la mujer y estás abajo, podés mover las caderas hacia arriba o abajo, o bien hacer movimientos de rotación, apretando el pene con las contracciones vaginales.

4) Podés jugar con las piernas extendiéndolas, haciendo presión en el pene, o bien alternar con movimientos de extensión y flexión.

5) Para un contacto más cercano, los besos o el susurrarle en los oídos pueden ser muy excitantes.

"Todas las posiciones tienen sus virtudes, algunas favorecen más a los hombres (el misionero), otras a las mujeres (la mujer arriba), y otras son más democráticas (el 69), en fin, hay que buscar, probar, cambiar, y por sobre todas las cosas, disfrutar", concluyó el especialista.


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