Cada media hora, se avanzaba un paso: mirá cómo fue la votación en la escuela con el padrón más grande de Salta

En barrio Solidaridad hubo quejas para todos: demoras, falta de autoridades y de práctica en el voto electrónico marcaron una mañana más que complicada.

13 Ago 2017
En la zona sudeste de Salta Capital, la escuela 4811 de barrio Solidaridad tiene el padrón más grande con 9.450 electores.
Hubo quejas de todo tipo: largas filas, falta de autoridades y de práctica en el voto electrónico marcaron una mañana más que complicada para los vecinos. 
La gran concentración de vecinos se veía desde la puerta principal de la Escuela. Tránsito restringido, Policía y vendedores ambulantes dejaban el paso a media calzada para quienes llegaban en vehículos a votar. 
Al superar las rejas, el acceso a la escuela era un envudo porque no todas las puertas estaban abiertas para recibir a los electores. Al ingresar, las autoridades provinciales evacuaban las dudas de los vecinos que se acercaban con su número de documento para saber en que mesa votaban. Y allí surgía el primer gran problema. 
Autoridades consultadas por LA GACETA indicaron que desde esta elección el padrón se dividió y se conformó de la "A a la R". "Muchos vecinos no consultaron donde votan, vinieron confiados a la escuela y se sorprendieron porque los enviaron a la otra del barrio. Nosotros les informamos, les damos el servicio y las consultas son constantes", dijo Facundo. 
Si los vecinos no debían cambiar de escuela se acomodaban en una de las 27 mesas habilitadas. Largas filas se veían en las dos alas de la escuela de la zona sur de la ciudad. 
"Es la primera vez que mi hija vota. Cada media hora se avanza un paso, es interminable", dijo Estela a LA GACETA junto a su hija, Maru. Es que a la gran concentración de electores se sumó las dificultades por la utilización de la boleta papel y electrónica. 
"Muchas personas vinieron sin practicar y se interiorizan recién aquí", dijo una colaboradora del Tribunal Electoral. En la escuela había solo dos simuladores para casi 10.000 electores. Si bien no todos se acercaban a ellos, la demanda era constante por conocer cómo elegir a los candidatos entre tantas listas. 
Mujeres embarazadas y con niños en coches y brazos hacían largas filas. Las quejas estaban instaladas. 
"Es un problema tener que usar dos sistemas, dos boletas, dos urnas, es todo mucho más complicado. ¿Por qué no piensan en las personas mayores a las que confunden", dijo Juan, vecino de la zona. 
El movimiento de técnicos, colaboradores y autoridades provinciales era intenso, de una a otra ala en las primeras horas. Ante la gran demora muchos pensaron en volver cerca del mediodía o a última hora. 

En la zona sudeste de Salta Capital, la escuela 4811 de barrio Solidaridad tiene el padrón más grande con 9.450 electores.
Hubo quejas de todo tipo: largas filas, falta de autoridades y de práctica en el voto electrónico marcaron una mañana más que complicada para los vecinos. 

La gran concentración de vecinos se veía desde la puerta principal de la Escuela. Tránsito restringido, Policía y vendedores ambulantes dejaban el paso a media calzada para quienes llegaban en vehículos a votar. 

Al superar las rejas, el acceso a la escuela era un envudo porque no todas las puertas estaban abiertas para recibir a los electores. Al ingresar, las autoridades provinciales evacuaban las dudas de los vecinos que se acercaban con su número de documento para saber en que mesa votaban. Y allí surgía el primer gran problema. 

Autoridades consultadas por LA GACETA indicaron que desde esta elección el padrón se dividió y se conformó de la "A a la R". "Muchos vecinos no consultaron donde votan, vinieron confiados a la escuela y se sorprendieron porque los enviaron a la otra del barrio. Nosotros les informamos, les damos el servicio y las consultas son constantes", dijo Facundo. 

Si los vecinos no debían cambiar de escuela se acomodaban en una de las 27 mesas habilitadas. Largas filas se veían en las dos alas de la escuela de la zona sur de la ciudad. 

"Es la primera vez que mi hija vota. Cada media hora se avanza un paso, es interminable", dijo Estela a LA GACETA junto a su hija, Maru. Es que a la gran concentración de electores se sumó las dificultades por la utilización de la boleta papel y electrónica. 

"Muchas personas vinieron sin practicar y se interiorizan recién aquí", dijo una colaboradora del Tribunal Electoral. En la escuela había solo dos simuladores para casi 10.000 electores. Si bien no todos se acercaban a ellos, la demanda era constante por conocer cómo elegir a los candidatos entre tantas listas. 

Mujeres embarazadas y con niños en coches y brazos hacían largas filas. Las quejas estaban instaladas. 

"Es un problema tener que usar dos sistemas, dos boletas, dos urnas, es todo mucho más complicado. ¿Por qué no piensan en las personas mayores a las que confunden", dijo Juan, vecino de la zona. 
El movimiento de técnicos, colaboradores y autoridades provinciales era intenso, de una a otra ala en las primeras horas. Ante la gran demora muchos pensaron en volver cerca del mediodía o a última hora. 

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