Cómo fue la odisea de votar en la región más inhóspita de Salta

Después de 15 horas de viaje, el equipo técnico llegó a Alisar del Porongal, una escuela donde había 50 electores empadronados. Mirá la galería de fotos.

15 Ago 2017
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FOTO RODRIGO ISASMENDI

La Escuela N° 4120 de Alisar del Porongal está en una de las regiones más inhóspitas de Salta, a más de 4000 metros de altura y cuando hay elecciones convoca a un padrón de unas 50 personas, aunque solamente 18 asistieron el domingo pasado a votar en las elecciones PASO.

Rodrigo Isasmendi, cafayateño de 26 años, fue uno de los convocados para asistir técnicamente el sufragio y acompañó la caminata y cabalgata de casi 15 horas desde Iruya, desde donde partió la comitiva de cuatro personas.

"Quería vivir una gran experiencia, ver por lo que pasa la gente de ese lugar. Ir a un lugar tan lejos, encontrarte con esos chicos, con esa inocencia que tienen y caminan tantas horas para ir a la escuela. Uno lo ve como una vida muy sufrida pero ya es algo común para ellos", cuenta.

"La verdad fue muy duro el camino. En lo más alto me dijeron que era a 4800 metros, con un viento muy fuerte que te tira cuando caminás. Una vez que estás arriba es un paraíso. Lo unico que se me complicó fue que se largó la llovizna, y en el momento de transmitir hubo que tapar las máquinas", cuenta a LA GACETA.

El viaje partió el viernes hacia Las Higueras, desde donde comenzó el ascenso a lomo de caballos y mulas. "Salimos a las 5 y cabalgamos tres horas por el medio del río. Teníamos que llegar a Alisar del Porongal, donde hay una escuelita y una casa", cuenta y agrega que desde Las Higueras el camino se hizo a pie, por senderos de barrancos y precipicios. 

Cerca del mediodía llegaron a Alfarcito, donde almorzaron y cerca de las dos de la tarde retomaron la caminata, para llegar cerca de las 19 a destino. Durante el sábado instalaron los equipos, hicieron las pruebas de transmisión y disfrutaron el paisaje, para el domingo temprano habilitar las máquinas de la mesa. Al comienzo de la noche, cerca de las 20.30 del domingo, partieron en medio de la oscuridad hacia Alfarcito, donde hicieron noche, y regresaron el lunes con el segundo tramo de la caminata. 

"Es todo subida, llegar a lo máximo y volver a bajar, las rodillas te duelen mucho", cuenta y asegura que volvería a hacerlo si lo convocan para octubre. 

Mirá la galería con las imágenes del lugar.


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