Preocupa el crecimiento y el desconocimiento del ciberdelito en Salta

Los casos de acoso, estafas y otras prácticas ilegales a través de medios informáticos se repiten. Hoy y mañana habrá jornadas con especialistas.

31 Ago 2017
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Los casos en Salta y en todo el mundo se repiten cada vez con mayor frecuencia al tiempo que todos somos potenciales víctimas, muchas veces sin darnos cuenta, de una serie de delitos que constituyen lo que se denomina “Cybercrimen”, el desafío más importante que la tecnología le ha presentado a la Justicia.

Dinámico, en fluctuaciones permanentes y de alcances amplios, los ciberdelitos ni siquiera han logrado ser definidos de forma absoluta. A partir de la Quinta Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, se los ha definido vagamente como “actividades delictivas llevadas a cabo con la ayuda de herramientas informáticas”.

Preocupado por el creciente aumento de este tipo de delitos en Salta, el vicepresidente segundo de la Corte de Justicia, Fabián Vittar, recibió en su despacho a LA GACETA para hablar de un tema que llevó a la Corte a crear la “Guía de Ciberdelitos del Poder Judicial de Salta”.

“En Salta han crecido estos delitos, no hay estadísticas porque no hay tipificación específica de ellos pero de a poco los vamos identificando dentro de lo que la ley nos permite; hemos detectado en nuestra jurisdicción unos 90 casos que podemos encuadrar como ciberdelitos”, señaló el magistrado.

Un desafío para la Justicia

Pese a la falta de una doctrina general que unifique los criterios existe el consenso de que se diferencian, por un lado, los delitos comunes (robos, abusos, estafas, amenazas, etc) realizados con ayuda de la tecnología, de aquellos delitos nuevos y específicos que surgieron en los últimos años y que de a poco se han ido identificando: grooming, sexting, phishing o skimming.


FABIÁN VITTAR

Algunos de ellos atentan contra la integridad sexual de las personas, otras contra sus bienes o su información personal. Algunos fueron incorporados por ley nacional al Código Penal pero muchos quedaron afuera.

“El problema de estos delitos es que la prueba es volátil, puede desaparecer o desvirtuarse rápidamente, eso obliga a que se deba tratar rápidamente pero como los delitos trascienden las fronteras de los países, la propia burocracia del sistema judicial lo complica”, añadió el juez quien resaltó que por ello trabajan en el respaldo de las pruebas para fiscales y jueces.

Un especialista en informática es el ingeniero industrial Diego Saravia, quien afirmó a LA GACETA que llegar a quien se esconde detrás no sería tan complejo si la Justicia y las fuerzas de seguridad estuviesen capacitadas.

Saravia consideró que no es difícil seguir a alguien por las redes sobre todo si el delincuente no se cuida demasiado: “hay que buscar el IP o pedirle datos a Facebook para saber con qué compañía telefónica entró y de ahí sacar la línea, eso es fácil”, explicó.

Fabián Vittar representará al Poder Judicial las Jornadas #ConectadoSalta que se desarrollarán en el Centro de Convenciones del Grand Bourg hoy y mañana. Disertará sobre el trabajo de la justicia salteña en materia de delitos informáticos. El evento reunirá a destacados expositores en materia de derechos digitales y ciberdelitos. 

Sin embargo reconoció que el asunto puede complicarse si el delincuente lo hizo desde un bar, porque solo se llegará hasta ese lugar. “En ese caso se puede seguir investigando hasta saber qué computadora se usó, pero con información que no es tan obvia en Argentina pero que se puede conseguir judicialmente ya que Google y Facebook, por ejemplo, están obligados a responder los requerimientos judiciales, pero los pedidos hay que hacerlos en el momento”, aclaró.

Intentando avanzar

Vittar comparte el criterio de Saravia respecto a la importancia del aprendizaje y la falta del mismo: “al país le falta mucha capacitación, en Salta a través del CIF y de nuestros servicios de informática somos de avanzada en Argentina, también la manera en que capacitamos a los jueces a quienes actualizamos sobre nuevos mecanismo de delincuentes y de los nuevos delitos”, contó.

A los jueces de mayor edad se les complica el entendimiento de cuestiones tecnológicas pero la idea del miembro de la Corte es insistir en su capacitación y otorgamiento de herramientas de gestión que implican el manejo de tecnología. Al mismo tiempo destacó que se está produciendo una importante renovación generacional de jueces gracias a la nueva ley de jubilación.


Si bien la Justicia siempre actuó sobre las consecuencias del delito para su investigación y sanción, Vittar resaltó que en esta materia buscan trabajar en la prevención. “En la Escuela de la Magistratura tenemos un programa que es La Justicia sale a las Escuelas donde llevamos esta información a los alumnos, padres y profesores sobre estos casos para advertir cuándo pueden ser víctimas, cómo detectarlo y qué hacer.

Reconocerse víctima

De esa experiencia con niños, jóvenes y padres, el magistrado se sorprendió al escuchar que ellos mismos advirtieron, recién después de haber participado del programa, que eran objetos de esos delitos. “La gente nos dijo que se sentían identificadas y que no sabían que podían ser delitos en su contra y eso pasa porque naturalizan algunas cosas que pasan en las redes”, reveló.

La creación de la Guía de Ciberdelitos obedeció a que muchos le dijeron que no sabían cómo actuar ante esos casos.

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No hay, según el juez, un patrón común en los  delitos de este tipo que se detectaron en Salta pero sí advirtieron que lo más frecuente es el uso de los medios informáticos para concretar el primer acercamiento para luego cometer hechos de abuso sexual.

El rol de los padres en el control de sus hijos pasa a ser una necesidad pero con dificultades propias: “sin duda la concientización de padres es crucial porque advertimos que el uso de tecnología masivamente y sin conocimiento, es un problema porque los chicos conocen más que los padres y eso nos obliga a verificar el acceso a qué tienen, por ejemplo, en Facebook, siendo que la disponibilidad se puede filtrar”, señaló.

Saravia recomendó que lo más fácil es no tener publicada mucha información privada en Facebook y saber bien qué se quiere obtener con las redes sociales. Describió que el engaño más clásico, sobre todo a los hombres son a través de las solicitudes de una mujer con una foto de perfil muy sensual pero que en sus fotos solo hay dos, sin fotos sociales, ni en lugares de Salta, ni con gente conocida. Generalmente esos son perfiles falsos.

Problemas de seguridad informática

También se registraron en Salta casos de estafas y la particularidad que se da en esos casos es que la única prueba es el movimiento virtual. “Ya no tenemos al estafador que le hace firmar algo o cobra plata y que al menos da la cara, sino todo solo a través de las redes”, indicó Vittar.


DIEGO SARAVIA

Tanto empresas como personas físicas pueden ser víctimas de estas prácticas por lo que Saravia resaltó la importancia de la seguridad informática pero la misma depende de a qué actividad se dedica la persona física o jurídica que pretende protegerse y de qué tipos de datos o elementos busca cuidar.

Una de las dificultades que ofrece la tecnología como medio para concretar delitos es que los ataques pueden producirse desde cualquier lugar hacia otro sitio distante. Así como puede dirigirse a través de internet y de las redes existen otros mecanismos como insertar un pendrive en una máquina del sitio que se pretende atacar para instalar un virus.

Esto incertidumbre se trastada a la competencia judicial que es un tema en discusión, según Vittar. “Hay distintas posiciones, el uso de Google, internet, redes sociales o páginas permite la posibilidad de que el servidor esté en otra jurisdicción y en ese caso, si afecta directamente a un habitante local debemos asumir la competencia, como cuando una página usa imágenes de una personas con fines pornográficos”, agregó.


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