Lucrecia Martel, por qué el fracaso del proyecto de "El Eternauta" la llevó a "Zama"

A días de estrenarse en Argentina y luego de un exitoso estreno en Venecia, la directora de cine salteña relató cómo llegó a filmar la novela de Antonio Di Benedetto y por qué estuvo tanto tiempo sin filmar.

06 Sep 2017
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MARTEL EN VENECIA. FOTO AGENCIA EFE

A inicio de setiembre la cineasta Lucrecia Martel presentó, fuera de concurso, su nueva película "Zama" en el Festival de cine de Venecia. La recepción de la crítica confirmó que la salteña es la cineasta argentina con más prestigio a nivel internacional: la mayoría de los medios coincidió en considerarla una obra maestra.

A nueve años de su última película, La mujer sin cabeza, Martel dialogó con radio Vorterix sobre el film y los temas que la movilizan.

La película Zama, basada en el libro de Antonio Di Benedetto, relata la historia de un oficial español varado en Sudamérica mientras espera una carta del rey que dictamine su traslado. Zama, interpretado por el español Daniel Giménez Cacho, pasa de la impaciencia a la desesperación y la desolación, internándose finalmente en una travesía entre heroica y peligrosa. Además del español que actuó en “La mala educación” y “Blancanieves”, actúan Lola Dueñas, Matheus Nachtergaele, Juan Minujín, Rafael Spregelburd, Nahuel Cano y Daniel Veronese, mientras que entre los productores de la película figura El Deseo, de Almodóvar.

Con toda la crítica internacional a su favor, Martel es plenamente consciente que con el público “común” o “popular” no corre el mismo éxito, es por esto que se animó a pedirles lo siguiente. “Les pido a los espectadores que no vayan a ver una ´obra maestra´. Van a ver una película que llevó mucho tiempo hacer (de 2012 a 2017) en donde trabajó mucha gente. Hay muchos pájaros que quizás no hayan escuchado nunca, y la banda de sonido es solo un disparo. Así que espero que se entreguen, como toda una generación se entregó a la marihuana”, dijo riendo.

En una entrevista que duró cerca de una hora, Martel relató cómo llegó a traducir al cine Zama, una novela poco “visual”, si se quiere. Durante el diálogo con Sebastián De Caro, relató que la experiencia frustrada de llevar "El Eternauta" a la pantalla grande fue casi necesaria para que llegase Zama.

Zama se estrenará en Argentina el jueves 28 de setiembre

“Una amiga me regaló Zama, en 2005 y la guardé en mi biblioteca. En 2008 me convocan para "El Eternauta", y yo había estado preparando un trabajo para el Gobierno de la Ciudad sobre los ríos y estaba tomada por ese mundo. Fue una enorme frustración no poder hacerlo a "El Eternauta". Cuando una persona se pone a escribir, no espera un peso para meterse en el mundo, es imposible. Pensar "El Eternauta"  significó salir todas las noches a recorrer los pasajes del libro que yo me imaginaba sean como Villa Luro. Cuando se frustró ese proyecto no sabía cómo salir de ahí, estaba encantada. Al final de la película pensábamos que los sobrevivientes huyeran en unas chatas areneras y eso hicimos por el río, rumbo al Orinoco. Llevé varios libros que quería leer y en ese contexto, llegó Zama”, relató la directora salteña.

Luego, según su propio relato, fue un texto que la “iluminó” a armar ese relato. “Un texto que no recuerdo si lo cita Dean Funes en donde se describe que, si uno salía a cualquier hora en la época de la conquista, veía a “indios insomnes” caminar desconcertados sin saber qué hacer. Indios estresados. Esa idea tan sentida, tan demoledora de personas que no sabían qué hacer ante lo desconocido, fue la que quise transmitir en Zama”.

La película se trabajó durante 5 años, de 2012 a 2017, se realizó con un presupuesto de $3.500.000 y se rodó en diez semanas.

En una entrevista con la agencia DPA, ayer Martel se refirió a su larga ausencia: “Es una gran noticia para los que estudian cine que no hay que filmar tanto. Es una idea ecológica, no hay que llenar las góndolas de películas de uno ¿Tanto tenés para decir? Yo no tengo tanto para decir ,ni tantas ganas de trabajar”.



Qué se dijo del film de Martel

“Nos rendimos a los pies de Zama, el largamente esperado film de Lucrecia Martel, un clásico instantáneo que se coloca entre lo mejor del cine de los últimos años. Una película que hace pensar en Claire Denis, Werner Herzog o Hou Hsiao-hsien, pero que es única. Obra maestra”, escribió Manu Yáñez, de la revista Fotogramas. Xan Brooks, del diario The Guardian, la calificó con cinco estrellas sobre cinco, y observó: “Espero que Martel no tenga que esperar otros nueve años para hacer su próxima película. Es demasiado buena para estar sentada en los márgenes por mucho tiempo, y Zama puede ser su obra maestra. Un filme excéntrico y sensual”, destaca Clarín.

Guy Lodge para Variety opinó: “La frustrante espera de nueve años por nuevo material de Martel no dañó su exquisito e ingenioso dominio del sonido y la imagen, ni su técnica para la sutilmente violenta exposición de los prejuicios sociales y raciales en los peldaños más altos de la escalera social”. Otras publicaciones no compartieron el mismo entusiasmo. David Rooney, enviado de The Hollywood Reporter, escribió: “Sin dudas, algunos encontrarán embriagante la elíptica mezcla de absurdo beckettiano, ambigüedad surrealista, kafkiana farsa burocrática y naturaleza misteriosa, un hechizo enriquecido por el audaz uso de paisajes y caras llamativos. Para otros, el desdén de la directora por la explicación harán de Zama un aburrimiento exasperante, haciéndolos irse mucho antes de que su lánguida inacción deje lugar al delirio, la violencia y una sombría salvación”.

Sebastián de Caro, especialista en cine y entrevistador en esta oportunidad, dijo: “Es una película para ver en el cine porque está preparada para verse y escucharse en el cine. Es para pensar cómo es estar en un lugar y un viaje que promete expectativas, colores, música, expectativas y cosas raras (en cuanto al sonido) que hay. Es para disfrutar muchísimo”.


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