Un salteño desde México: “sentís que en esos segundos se puede desplomar todo”

Luis Ahumada vivió el fuerte sismo que sacudió tierras aztecas y desde allá contó cómo lo sintió él y los mexicanos.

19 Sep 2017
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Desde el hotel donde se hospeda, Luis Ahumada, un salteño que en estos momentos está en México, dijo: “jamás sentí una cosa así”, tras el terremoto de 7,1 de magnitud que sacudió tierras aztecas.

A través de mensajes por celular, mientras en la ciudad de Cuernavaca ya iban casi dos horas sin luz, Luis contó a LA GACETA cómo se vivió el sismo que por estas horas conmociona a todo el mundo, luego de conocerse las imágenes de derrumbes y desesperación que circulan por las redes sociales.

“Los movimientos eran tipo vaivén y pequeños sacudones”, describió el salteño, quien hace cinco días se encuentra en aquel país, por trabajo y paseo. “Estaba en el jardín al lado de la pileta trabajando, cuando empezó a moverse el piso y sonó la sirena de alarma; me levanté, me calmé, junté mis cosas y me quedé en el jardín sin perder la calma, pero con un susto tremendo. Jamás sentí una cosa así”, continuó su relato.

Dijo que, pese a haber vivido varios sismos, ninguno fue como el que acaba de pasar. "La gente en México está muy asustada y los comentarios señalan que fue más fuerte que el anterior”, dijo. Sin embargo, cabe aclarar, que este último terremoto fue de 7,1 de magnitud, mientras que el de hace 12 días fue más potente, llegó a 8,2 de la escala de Ritcher.


“Ahora hay una tensa calma. Pero algunos están preocupados porque no se pudieron comunicar con sus familiares”, describió Luis, quien afortunadamente pudo contactarse con su familia en Salta a través de internet y trasmitirle tranquilidad.

Mientras permanece en el hotel, escucha algunas sirenas que suenan en la ciudad. Los mexicanos permanecen alerta, según contó, al igual que los pasajeros que se hospedan allí ante la posibilidad de réplicas o evacuación.

Luis es papá de cuatro chicos, guía de turismo y está trabajando en un proyecto de turismo científico con María Eugenia Farías, quien también fue a México y debió evacuar el salón en donde participaba de un simposio.

“Los momentos de la naturaleza son impredecibles, para bien nuestro o para mal. Solo vivamos en alegría, con paz y amor. Respetemos la naturaleza. Fueron segundos, pero sentís que en esos segundos se puede desplomar todo”. Ese fue el mensaje de Luis desde México, antes de despedirse y saludar a todo el norte argentino.


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