El gobierno quiere jerarquizar a médicos por encima de los demás profesionales de la salud

La comparación que usa Roque Mascarello, ministro de Salud de la Provincia, para explicar su decisión de recategorizar a los médicos por sobre el resto de los profesionales de la salud pública salteña, expresa la simplicidad con la que quiere instalar el tema: "en el Barcelona todos son jugadores de fútbol pero Messi hay uno solo", dice el funcionario, en una charla con LA GACETA.

La intención es modificar el artículo 21 y el 25 del estatuto de la Salud, incluido en la Ley 7678 promulgada en 2014. El primero establece subgrupos dentro de un escalafón de personal, agrupado por los años que dura su formación universitaria de grado.

Mascarello: "La mucama también forma parte del equipo de salud, pero en base a su formación y capacitación, tiene otro subgrupo dentro del estatuto, como los enfermeros. Alguna vez había que corregir esto"

En la ley vigente, los profesionales de la salud se dividen en dos subgrupos: uno con estudios universitarios de entre 3 y 5 años de carrera y otro con 5 o más años. Este último es el centro del debate, porque la idea de Mascarello es armar un nuevo subgrupo -superior- para los médicos, y separarlos de los psicólogos, nutricionistas, fisioterapeutas, odontólogos, fonoaudiólogos, farmacéuticos, bioquímicos y trabajadores sociales.

JUNTOS PERO NO REVUELTOS

La posición del ministro es, por ahora, inamovible. "Tengo responsabilidades y estoy obligado todos los días a tomar decisiones. A veces, o siempre, esas decisiones naturalmente terminan afectando intereses", dice.

Se refiere, sin decirlo, al recibo que acusaron los profesionales y que la presidenta del Colegio de Nutricionistas, María Loza, resume en pocas palabras: "esto es volver a la época en que un patrón dirigía a los peones".

El malestar es profundo y en pocas horas movilizó a los colectivos de profesionales en un comunicado que ayer por la tarde comenzó a circular en las redes con membrete de Apsades (Asociación de Profesionales de la Salud de Salta). "Esta modificación busca establecer un escalafonamiento ilegal", dice el texto firmado por la secretaria de la entidad, Graciela Aquere Riggieri y por el secretario gremial, Federico Ocaranza. "Con estas modificaciones el Gobiermo busca romper la equidad de trabajo de los Equipos de Salud enfrentando a los trabajadores entre sí, estableciendo una ilegítima preponderancia en los Equipos de Salud, por considerar tener mayor responsabilidad al momento de asistir a los pacientes", explica Riggieri.

Silva: "Se rompe con un modelo de trabajo en equipo y solidario. Tendríamos una medicina de primera para los que pueden acceder y una de menos calidad para los que menos tienen"

Mascarello responde al argumento con su única razón: "Nadie me puede discutir que si ya existen subgrupos dentro del estatuto que marcan la diferenciación de acuerdo a los años de formación de grado de cada uno, si no se hizo la discusión antes, por qué quieren darla ahora", responde. "Formamos parte de un sistema y un equipo, pero todos tenemos un rol distinto para lograr el objetivo final que es atender a la gente. Si existe un grupo de personas con un grado de formación que lleva muchos más años que otros, tiene que tener algún pequeño reconocimiento que marque esa circunstancia", esgrime, y asegura que su argumento es irrebatible.

NO TAN DISTINTOS

Sin embargo, desde la Mesa de Salud que agrupa a autoridades de todos los colegios de profesionales afectados, responden con una propuesta: que el nuevo subgrupo no se organice según los años de cursado de las carreras de grado sino por las especializaciones o maestrías adquiridas posteriormente al título de grado.

"Rechazamos este avasallamiento en la carrera sanitaria", reclaman, y se suman a los argumentos que Loza respalda con lo que indica la Ley de Educación. "Lo que marca esta ley es que las carreras de interés público, como la medicina, nutrición, fonoaudiología, bioquímico, odontólogos, tenemos incumbencia prevista en las actividades reservadas del Ministerio de Educación de la Nación", dice, y agrega que se trata de profesiones que pueden poner en riesgo la salud de la población, por lo cual requieren una formación específica en cuanto a contenidos básicos curriculares y formación práctica. "Ese es el sustento del profesional, y no porque tenga más de seis años de formación va a ser mejor que otro", subraya.

En Salta son más de dos mil los profesionales a los que alcanzaría la modificación del estatuto, y para Irma Silva, presidenta del Colegio de Psicólogos, el impacto va mucho más allá del interés de los prestadores. "Todos vamos a ser perjudicados por esta medida", dice. "Esta separación que quieren instalar no es en beneficio de la sociedad. En los equipos interdisciplinarios no hay individualidades, sino roles diferentes, pero el médico no es el más importante. Se está acentuando además la brecha con los enfermeros, los agentes sanitarios (APS) y los trabajadores en su conjunto", apunta.

AGUAS DIVIDIDAS

Silva también señala la ruptura que marcaría el nuevo estatuto dentro del modelo de salud integral conquistado para la provincia y se indigna con las pérdidas que implicaría para el servicio de salud. "Se rompe con un modelo de trabajo en equipo y solidario. Tendríamos una medicina de primera para los que pueden acceder y una de menos calidad para los que menos tienen", resume, en referencia también al artículo 25, que a partir de su modificación permitiría la contratación de servicios de profesionales de la salud con sistema de Monotributo para cubrir zonas, áreas o sectores sin profesionales de especialidades específicas. "Da un marco legal para la precarización laboral", advierten desde Apsades.

"Hay una cuestión política e ideológica, de concepción de la salud pública, que es lo que más nos preocupa", agrega Silva. "Son decisiones tomadas queriendo tapar el sol con un dedo, medidas miopes, creyendo que todo se va a solucionar desestimando el trabajo de los demás. Es entender a la salud con un modelo primitivo, arcaico, donde los procesos de salud y enfermedad no son entendidos como procesos. Vamos a atacar la enfermedad instalada, es gravísimo. Ubica un modelo jerárquico. Me molesta la ruptura de esta concepción en la que hemos trabajado y sostenido a través del tiempo. Es muy triste".

AHORA LE TOCA AL SENADO

Mientras, el proyecto del Ejecutivo avanza posiciones en la legislatura provincial, con media sanción de Diputados y a la espera del tratamiento en la Cámara de Senadores. Desde el Colegio de Médicos de Salta, Juan José Loutayf Ranea, prefiere no hacer declaraciones hasta que los legisladores se expidan. Como representante de los profesionales que más se beneficiarían con el nuevo estatuto Loutayf elige la posición del silencio. "No damos ninguna opinión hasta que no se expida el Senado. No quiero interferir en nada, queremos que el Senado libremente se exprese sin que opinemos nosotros", dice. Sin embargo, las presiones para rejerarquizar a los médicos no es un antojo de Mascarello, sino que responde a un reclamo de larga data que avanza desde diferentes sectores.

Justino Ustarez, presidente de la Asociación de Profesionales del Hospital Materno Infantil (Aspromin), usa otra metáfora para explicar la lógica en la que se funda el pedido de rejerarquización de los médicos dentro de los equipos de salud: en la justicia son todos abogados, pero no es lo mismo un juez que un fiscal, un auxiliar o un abogado. Mascarello comparte la opinión, pero desde un lugar de poder. "No se trata de discutir la importancia de cada uno ni de instalar un modelo médico hegemónico", dice y aclara que la modificación no va a alterar el funcionamiento del sistema. "La mucama también forma parte del equipo de salud, pero en base a su formación y capacitación, tiene otro subgrupo dentro del estatuto, como los enfermeros. Alguna vez había que corregir esto", concluye.

La Mesa de Salud convocó para el próximo martes 26 una reunión con representantes gremiales de los colegios de salud, en la sede de Alsina 1023.