Espectáculos en crisis: este año las ventas de entradas cayeron entre un 30 y un 50%

Los productores que traen shows se quejan por la aplicación de impuestos municipales y las dificultades para generar ventas anticipadas.

27 Sep 2017

Shows que se suspenden, artistas que postergan giras o saltean la capital provincial en el diseño de sus giras nacionales. Saben que pasar por Salta es un riesgo y que puede salir caro. Los últimos en bajar de cartel una presentación local fueron los Midachi, que tenían anunciadas funciones para el 12 y 13 de octubre y cancelaron las fechas por la escasa venta anticipada de entradas.

El ajuste empieza antes por la diversión y a la hora de decidir los gastos, las boleterías acusaron recibo de la pérdida del poder adquisitivo de los espectadores, con una merma de entre el 30 y el 50% en la venta de entradas para los espectáculos nacionales e internacionales en Salta en lo que va de la temporada.

Según cuentan los productores locales, encargados de las llegadas de las giras a la ciudad, los artistas más convocantes siguen agotando localidades, pero cada vez son más los que reman corriente arriba para llevar público a las salas. A este escenario se suman las dificultades que implica la venta de entradas por sistemas online, que liquidan la recaudación a veces con un mes de demora, y la aplicación de impuestos municipales a la actividad, que en Salta es de una tasa fija para salas o auditorios de más de 1.000 localidades, y un 2% adicional para la recaudación que supere esa convocatoria.

“Vienen artistas como Ricky Martin, hace un show para miles de personas y no queda un peso en la ciudad” (Pablo Gauffin, secretario de Hacienda de la Municipalidad)


“La temporada está siendo rara, como viene siendo desde parte de 2015 y 2016. Hay artistas que funcionan solos y otros hay que trabajarlos mucho”, cuenta Sebastián Magnasco, productor de los shows en Salta de Lisandro Aristimuño y Pedro Aznar, que no llevaron más de 400 espectadores al Teatro Provincial.

Magnasco explica que ante la baja de la actividad, las giras comenzaron a ampliar la cantidad de las escalas, y los que antes llegaban hasta Tucumán y Salta, ahora se extienden en el mapa hasta La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Jujuy o incluso el Litoral para que los números cierren. “Son años difíciles”, define, y aclara que en su opinión la tasa municipal significó un retroceso en términos de protección del sector, pero que no es definitoria a la hora de evaluar el éxito o fracaso de las giras. "En otras provincias donde trabajo, como Tucumán, Jujuy, Chaco, Catamarca, Santiago o Misiones, también cobran impuestos y los espectáculos siguen yendo igual", explica.

TASA POLÉMICA

Desde el 1 de enero de este año, los espectáculos de artistas nacionales o internacionales –no salteños- en salas de 1.000 espectadores o más, deben pagar una tasa mínima de $6.350 (se llene o no la sala), y además tributar el 2% de la recaudación que supere esa convocatoria. “En el Teatro Provincial, de fija tenés que pagar ese fijo, y eso fue achicando la cartelera”, dice Guillermo Clasadonte, también productor independiente del circuito comercial salteño. “Ante la duda, el que tiene que redondear una gira en el norte, prefiere no venir”, cuenta.

En la situación que estamos, a la gente no le queda mucho margen para pensar en pagar una entrada de $400 o $500. Tienen que elegir entre el entretenimiento y pagar los impuestos. Si de verdad quieren hacer una provincia con atractivo cultural, tendríamos que trabajar más cerca el Estado con los productores. (Víctor Ramos, Morrison Rock)

La base de 1.000 espectadores es otro de los focos de la polémica, que en el caso de la ciudad afecta directamente al Teatro Provincial, la única sala de teatro que supera esa capacidad. “Es un número forzado, no se sabe de dónde salió y mató a muchos pequeños formatos que vienen a los teatros, a riesgo, y sin hacer diferencia. Con este impuesto la Municipalidad cortó la cartelera y la ruta de muchas de las giras en Tucumán ¿Por qué a una actividad protegida en todos lados, como el teatro y la música, en Salta le meten un impuesto que tampoco se reinvierte en cultura?”, pregunta Clasadonte.

La respuesta de parte del municipio la da Pablo Gauffin, a cargo de Finanzas de la ciudad. “Esta nueva tasa apunta a que el dinero que se gasta en Salta se quede en Salta, y se aplica a espectáculos nacionales o internacionales”, dice el funcionario. “Vienen artistas como Ricky Martin, hace un show para miles de personas y no queda un peso en la ciudad”, argumenta el funcionario.

Otro de los argumentos que esgrime el secretario es el aporte de recursos propios para la logística y seguridad de los shows. "El número 1.000 fue consensuado con los concejales y tiene que ver con el grado de participación de la municipalidad. Nos hicieron planteos y los estamos escuchando y vamos reglamentando a partir de esto. Queremos que vengan todo tipo de espectáculos a Salta. Somos una gestión pro cultura, pero tenemos que cuidar nuestra autonomía", señala.


Claudio Ruiz, director del Teatro Provincial, explica que las dificultades que implicó para el teatro la implementación de las nuevas tasas municipales afectó dramáticamente la cartelera. "Les comió las ganancias a todos los que producen y hacen espectáculos. Mucha gente prefiere no venir al teatro por este impuesto y elijen salas más chicas", cuenta, en referencia al Teatro del Huerto, con capacidad para 800 espectadores, o la Casa de la Cultura, para 400 espectadores. 

Además, en el caso del Provincial, la intervención de recursos de la Municipalidad es nula: no hay participación de agentes de tránsito, como en el caso del Padre Martearena o el Estadio Delmi, y la seguridad está a cargo de la Policía de la Provincia. "La venta bajó bastante, como mínimo el 30% menos que el año pasado", agrega Ruiz.

Para Marcos Jandula, productor a cargo de la última edición de Dimensión Comic en el Centro de Convenciones, el conteo de borderó (mediante el cual se tributa a la municipalidad) significó en su caso la generación de una deuda que continúa en litigio con el gobierno de la ciudad. "Nosotros tenemos todo un tema a resolver por ese impuesto. Lo que reclamo y cuestiono es el conteo, porque no se diferencia entre los tickets que se entregan a los medios, a los artistas, invitados, acreditados y se cuenta a todos, pague o no entradas", explica. "Terminás pagando más que lo que cuesta el servicio de emergencia, o los adicionales y no sabés a dónde va el impuesto o con qué criterio se cobra".

BUSCARLE LA VUELTA

Desde su oficina en la Secretaría de Cultura provincial, Sergio Bravo intenta ver el vaso medio lleno pero reconoce que "fue un año difícil" para las producciones. "Tuvimos un presupuesto complicado, pero hemos ido bien en lo que los cuerpos presentaron al público", señala. "No tuvimos recortes fuertes, y tratamos de que haya presencia permanente" agrega. "Nos vamos adaptando, tampoco fue un año gravísimo, nos dimos vuelta de la mejor manera", asegura. 

Para Violeta Aquino, encargada de la llegada de shows como el de Lila Downs, desde agosto del año pasado hay un retroceso de la actividad. "En algunos espectáculos la caída de venta de entradas llegó al 50%. La situación económica impactó mucho en la diversión", dice y analiza que el público cada vez es más selectivo a la hora de invertir en el rubro. 


"Me preocupa que Salta está perdiendo atractivo como plaza. Muchos artistas pasan de Tucumán a Jujuy sin venir a Salta, como pasó con Gustavo Santaolalla", agrega y dice que como estrategia de supervivencia muchas productoras están empezando a apostar solo por espectáculos que aseguren ventas de entradas. "Es una apuesta, inversiones de alto riesgo que pueden salir bien o mal. Mucha gente no entiende el sacrificio que hace el productor. En lo personal, estoy buscando lo que vende, no ya tanto la calidad, pero es lo que presenta el mercado. No puedo poner en riesgo la economía familiar". 

ENTRADAS SIN SALIDA

Otro factor que conspira con el movimiento del sector es la dificultad para adquirir entradas anticipadas. El principal sistema de ventas online, Autoentrada.com, tiene como única boca de entrega de tickets una boletería en el Alto Noa Shopping, no permite seleccionar ubicaciones a quien adquiere los tickets y, según explica Aquino, liquida hasta con un mes de demora la recaudación para los organizadores.

En el caso del Teatro Provincial, una de las principales sedes de los shows, no se aceptan tarjetas y tampoco tiene plataforma online para vender con anticipación. 

Desde el territorio de los shows de rock, Víctor Ramos, organizador del último concierto de Skay Beilinson en Vaqueros, el mercado local tiene muchos altibajos y en un punto se comporta de manera impredecible. "Nos sorprendió la convocatoria de Skay, pero también nos preocupa la poca convocatoria que está teniendo Guasones", dice. "Es muy raro que ande una cosa y la otra no. Creo que la falta de plata es lo que afecta. Hay mucha oferta y eso influye", agrega.


"Las bandas que vienen no llegan a las 1.000 personas, y muchas son nombres muy reconocidos. En la situación que estamos, a la gente no le queda mucho margen para pensar en pagar una entrada de $400 o $500. Tienen que elegir entre el entretenimiento y pagar los impuestos. Si de verdad quieren hacer una provincia con atractivo cultural, tendríamos que trabajar más cerca el Estado con los productores. El folklore no tiene ningún problema para hacer espectáculos, pero si armás un evento de rock se complica todo. La mayoría de los productores hacen los shows sabiendo que están en negativo", concluye.

Es una decisión saludable apostar a lo seguro. Lo que pienso es que hoy no hay nada seguro. A veces das como seguro y cuando lo traes no hay nadie. Guasones está sonando en todas partes y no vende como uno piensa. La última decisión la tiene el público. Podés traer a Luis Miguel y no te funciona y no sabés por qué. Es una decisión saludable dejar de correr riesgo y tratar de ir a lo seguro. Por el momento yo lo pensé y seguí.

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