Con críticas al kirchnerismo y al justicialismo local, Sáenz comandó su acto de la Lealtad

Tres horas después de participar del acto de Cambiemos, con la presencia del Jefe de Gabinete Marcos Peña, el intendente Gustavo Sáenz encabezó un segundo acto, en el que sí pudo ponerse en modo peronista. Y fue muy peronista.

El club San Martín, usual escenario de veladas pugilísticas, fue el lugar elegido por la tropa municipal para honrar la memoria de Juan Domingo Perón y Evita.

Dos o tres chicos todavía conservaban los globos de cambiemos, y jugaban con ellos mientras el organizador y orador definía, una y otra vez, qué es ser peronista, mientras se aguardaba la llegada del jefe comunal.

“Tenemos una distancia abismal con el neoliberalismo”, dijo este orador, quien por otra parte agradeció a las autoridades del club por abrir las puertas, pues, según dijo, hubo muchos aprietes.

Después de que un grupo folclórico y unos mariachis interpretaran una versión de la Marcha Peronista, llego Gustavo Sáenz. Cuando ingresó al estadio, la barra de Siares hizo sonar el tema “matador”, con trompetas y bombos.

Desde el mismo sector se escuchó, después, el borombonbón, borombombón, Gustavo Sáenz Gobernador.

 El discurso de Sáenz fue encendido.

“El peronismo no se pregona, se practica día a día en las cosas que hacemos”, dijo.

Trató, claramente, de alejarse del kirchnerismo: “Muchos se aprovecharon de esta bandera, que nos legaron Perón y Evita, y se cagaron en ella”.

En este sentido, añadió: “Usaron de este sello para llegar al poder y cuando llegaron se olvidaron qué debían hacer. Por eso cuando escucho hablar y decir que el kirchnerismo es lo mismo que el peronismo, no se equivoquen, el peronismo tiene años y años, el kirchnerismo no va a trascender nunca. A Perón y Eva no les llegan ni a los tobillos. Ensuciaron su nombre, mancillaron su bandera, le mintieron a la gente, hicieron populismo, algo que no tiene que ver con el peronismo” (sic).

También hubo una crítica hacia el PJ salteño. Sáenz habló del viejo peronismo, donde llegaba el militante, el que laburaba por la causa, “y no los hermanos, los hijos, los sobrinos, los primos de cada uno de los que ocupan hoy esa casa en la Zuviría” (sic). Y añadió: “Nosotros somos distintos”

Mencionó otra vez los problemas que tiene Salta: femicidios, inseguridad, pobreza. “Cuando armamos este frente, no pensamos en los que opinaban distinto, dejamos de lado esa lógica amigo enemigo, y en la misma mesa, nos sentamos peronistas, radicales, independientes, macristas, massistas, de todos los partidos y dijimos que había algo que nos tenía que unir, no puede ser que no podamos ser una alternativa superadora a gobiernos que vienen desde hace año y no solucionan los problemas de la gente, al contrario, los esconden”, concluyó.