Como si se tratara de una ola expansiva, cada 15 de agosto marca un antes y un después en el año de muchos salteños.

Es que el día en que el catolicismo recuerda la asunción de la Virgen María a los cielos, también se celebra la festividad de la Virgen de Urkupiña.

Especial Virgen de Urkupiña: la intimidad de una devoción que no para de crecer

Desde Quillacollo a Salta, junto con la inmigración boliviana llegó el culto a la “mamita de Urkupiña”, que año tras año suma más devotos.

Pero los festejos no quedan con la procesión que se realiza en el Campo Histórico de la Cruz y que se caracteriza por que cada familia o fiel lleva su propia imagen, sino que se expande por los diferentes barrios de la ciudad de Salta.

Una de las particularidades de este culto es que según las posibilidades de cada familia, la fecha del rezo de la novena y de la fiesta es variable e incluso los festejos se extienden hasta diciembre de cada año.

En sus textos, la novena de Urkupiña transita diferentes momentos bíblicos y transmite esperanzas a los devotos por la aparición de la ‘Mamita’ en la región central de Bolivia.

“Tú serás durante este Quincenario el objeto ideal de nuestra contemplación; tú el centro y pábulo de nuestro sentimiento; tú el imán de nuestro deseos: muéstrame, pues, tan bella, tan perfecta como eres, a través del grosero velo de nuestra carne; disipa la niebla de nuestro entendimiento para que te; conozcamos con nítida claridad; reanima las fuerzas perdidas del corazón para así amarte como bien lo mereces; subyuga la voluntad rebelde y pervertida a los santos mandatos de tu Divino Hijo” reza la oración y también desea que a medida que crezca la gratitud para con ella, “crezca también el número de devotos practicando más y más tu culto de veneración y propagando la devoción a tu Asunción Glorioso”. 

Mirá las mejores fotos de las fiestas

Si bien el calendario fija al 15 de agosto como día de la virgen de Urkupiña, el ritual de la novena se repite varias veces al año teniendo en cuenta que cada familia que decide celebrar su imagen repite esos mismos pasos.

Agustina Díaz, recibió la imagen de la Virgen de Urkupiña cuando tenía quince años y a partir de ese momento celebra todos los años la fiesta en su casa en Villa Lavalle.

Hasta allí fuimos para mostrarte cómo es el rezo, la chaya de las ofrendas y a buscar historias de milagros y de fe.

No te podés perder la segunda parte del especial audiovisual sobre el culto a la Virgen de Urkupiña.