La reforma tributaria perjudicaría al sector vitivinícola de la provincia

El economista Emiliano Estrada analiza los pros y contras de la medida que impulsa el gobierno nacional.

01 Nov 2017
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El ministro de Hacienda Nicolás Dujovne realizó ayer un anuncio sobre las medidas que intentará impulsar el gobierno nacional.

Emiliano Estrada, especialista en economía, analizó esas medidas, tanto en sus posibilidades reales en el país; y también sobre cómo repercutirán específicamente en Salta.

Sobre los nuevos impuestos sobre el sector de las bebidas alcohólicas y gaseosas, Estrada dijo que productos como la cerveza y la gaseosa son “demandas inelásticas”: la gente no reacciona mucho a la variación de precios, sigue consumiendo el producto. Sí impactará de lleno en la industria vitivinícola, que exporta gran parte del producto. “La botella de vino ya es muy cara. Ahora hay que ver si ese impuesto va a ser sobre el producto final o cómo se implementará”, dijo.

A quienes no les modificará mucho su actual situación es a los productores del norte del país; tampoco al sector industrial. Según el especialista, ninguno de los factores tratados por Dujovne definen la productividad de estos sectores en el norte del país, porque “un productor del norte pierde competitividad por flete y también por el costo financiero, por la limitación en el acceso al crédito".


Déficit fiscal

Estrada cuestiona la forma en que el gobierno nacional plantea mermar el déficit fiscal. “Bajan los impuestos y gracias a eso se piensa que van a venir más inversiones y así van a generar más puestos de trabajo y entonces el gobierno compensará el dinero que se pierde mermando el déficit fiscal. Si la economía no crece a ese ritmo… es un riesgo acelerado, porque si las inversiones no llegan, el déficit fiscal se va a incrementar y ahí estamos en un grave problema. El gobierno debe tener una mirada más amplia del déficit”, dijo y mencionó que en el gobierno jamás se menciona cuánto pagan en concepto de intereses de la deuda cuando se habla de déficit fiscal. “Hoy el 10% de los gastos es para intereses de deuda”, añadió.

“El mayor problema lo van a tener las provincias. El gobierno lo que puede hacer es tomar deuda, emitir pesos. Ahora las provincias que ya están en déficit fiscal, pierden ingresos brutos e impuestos provinciales. Si además reducen su recaudación, entran en mayor déficit. Las provincias van a tener una situación muy compleja de cara al año que viene" dijo.

Salta es una de esas provincias que tendrá un escenario complicado, pues ya se encuentra en un escenario de déficit fiscal.


Otros aspectos de la reforma

“Me parece que la reforma tiene una intencionalidad bastante interesante que es la de sacar impuestos que son distorsivos, como el impuesto al cheque y el de las transferencias inmobiliarias y tiene algo que se estudia en finanzas públicas y que se caracteriza por una mirada paternal del esquema tributario. Esto significa que el Estado mediante el impuesto tiene que tratar de gravar cosas que no le hacen bien a las personas, como el cigarro, el alcohol, las gaseosas”, señaló Estrada, quien además caracterizó estas últimas medidas como de manual.

Uno de los problemas observados por el economista es que esta reforma tributaria, la laboral y además el proyecto de presupuesto, son todos temas engorrosos que para no le darán tiempo a la dirigencia para analizar con profundidad los casos. Además hay un detalle nada menor: el proyecto de presupuesto fue enviado antes de las reformas, por lo que su contenido es casi inservible.

Por otra parte dijo que la Reforma sí tiene una buena intencionalidad, pero que a veces esta intención se aleja con lo que pasa en la realidad. “El gobierno está pecando de ingenuidad, como lo hicieron cuando asumieron, que pensaron que por el solo hecho de asumir vendrían las inversiones”, dijo.

Por último, Estrada considera un error gravar la renta financiera. "Los inversores para determinado nivel de riesgo exigen un cierto umbral de rentabilidad, en el caso del país, los inversores para comprarle un bono de la Argentina piden un 30% de rentabilidad, pero si a esa rentabilidad la gravo con un 15%, la rentabilidad les baja del 30 al 25%, entonces los inversores te van a decir que no quieren ese 25% y lo que va a pasar es que cuando el gobierno salga a vender los bonos va a tener que pagar más tasas”, explicó.



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