La calle se abre para una jam de escritura

Haidu Kowski y Luis Mey subirán a escena para escribir en vivo, mientras Ismael Gudiño dibuja y Magui Magno anima la pista de baile. La entrada es gratis y a cielo abierto.

02 Nov 2017
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Mezcla de fiesta con espectáculo, de momento íntimo con puesta en escena, un jam de escritura es una experiencia que se recorre como una historia. A esas coordenadas invita Salta Expolibros en la noche de mañana, a partir de las 21, en la puerta de la Biblioteca Provincial.

Los protagonistas serán Adrián Haidu Kowski y Luis Mey, que escribirán sus textos para pantalla gigante, acompañados por las ilustraciones en vivo de Ismael Gudiño y con la música de Magui Magno en el ambiente.

Haidu Kowski, como se presenta a sí mismo el escritor y autor de "Instrucciones para robar supermercados", novela que presentará el sábado, a las 20, en la biblioteca, cuenta de qué va el formato, que creó en 2006 y desde entonces se instaló en ciudades de todo el mundo.

"El evento lo creé hace 10 años en Argentina, hoy se hace en México, Barcelona y se replicó en muchísimos lugares con otros nombres y variantes", cuenta a LA GACETA el autor, que además dirige la revista Poker Face y fue director de la revista Los Inrokuptibles. "El evento viene del jazz pero con escritura. Lo que hago es convocar a un escritor para que improvise textos en vivo. La diferencia es que el público se convierte en lector, que va leyendo lo que ocurre en la pantalla grande y el escritor también incorpora lo que va pasando en el lugar", agrega.

Desde la primera vez hasta ahora, Hidu Kowski participó u organizó más de 300 jams, algunas de las cuales dejaron textos que siguen disponibles en formato digital en el sitio jamdeescritura.org

"Hay escritores que no les gusta estar en público. A mí me gustan los que se animan, los que no trabajan con tanta corrección y se animan a escribir de corrido. El jam lo que está es la literatura pura, un texto creado en el momento", define.

Tiempo de los incorrectos

"Instrucciones para robar supermercados" tiene algo de ese espíritu de incorrección, de frescura en el relato. Escribirlo le llevó ocho años de trabajo y resume la trama en pocas palabras: "es un chico, Franco, que vive en los suburbios de Buenos Aires, en Ciudadela, y trabaja de repositor de góndolas en un supermercado. Un día lo echan, de una manera muy fea, y bastante expuesta, entonces se queda sin trabajo, está por quedarse en la calle, no tiene recursos para subsistir y entonces, como trabajó tanto tiempo en supermercados y conoce más o menos cómo es el sistema, descubre una fórmula para poder cambiar las etiquetas de los productos y a partir de ahí comienza una empresa. Tanto que llega a convertirse en una especie de Breaking Bad del robo de supermercados y se encarga de robar carne para distribuir".

-¿Qué pasa con el público en las jam?

-Todos las jams en los que estuve, la gente al final me cuenta lo bien que lo pasó, que les dieron ganas de ir a escribir, a pintar, a dibujar, a leer. Tiene esa pulsión artística y creativa que genera eso, da una sensación de querer participar o por lo menos volver a tu casa y generar cultura, arte.

De esas intersecciones también salieron obras, pero Haidukoski dice que eso es lo de menos. "Lo importante en realidad no es el texto sino la obra que se genera en vivo y que es irreproducible. Cada jam de escritura fue único, lo más lindo de todo es eso, lo que pasa en vivo con la música, las ilustraciones y la escritura".

-¿Cómo nació la idea de las jam?

-La idea nace de varias cosas. Primer de que quería sacar al escritor de su lugar de comodidad, ver qué pasaba cuando lo exponíamos. Tenía que ver también con los eventos literarios. Me aburrían mucho los que había, porque vas a escuchar a alguien leer, y si no lee bien o si el texto no está bueno, el evento no funciona. Sobre todo porque el 80% de los escritores destruimos el texto cuando lo leemos, me incluyo. Además, la posibilidad de poner al escritor en el centro de la escena. Habitualmente queda relegado, y entonces fue eso, poner al escritor en situación de estrella por un rato, con la música y el dibujo que van en pos de lo que está escribiendo. Pensé en este formato y desde el primer evento comenzó a crecer

-¿Qué estás leyendo y cómo ves este momento de la literatura argentina?

-La literatura argentina contemporánea está pasando por un muy buen momento. Me gusta mucho lo que se está generando. Somos la generación post 2001, que de pronto no teníamos trabajo y nada que hacer, y nos dedicamos a leer y a escribir. Eso creo que se está viendo en estos años.

Lo último que leí y me gustó fue "La chaco" de Juan Solá (Hojas del Sur), "Los pájaros de la tristeza", de Luis Mey (Seix Barral), "El artista más grande del mundo", de Juan Becerra (Seix Barral), todo lo que hace Samanta Schweblin y "Los cuerpos del verano", de Felipe Castagnet (Factotum), una obra de arte de ciencia ficción.


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