Así fue la jam de escritura que convirtió a la literatura en un show

Una demostración afectuosa de los mecanismos de la escritura, el montaje a gran escala de la intimidad creativa, como en un reality show abierto donde la mirada es la que le da valor a lo que observa. La jam de escritura que inventó Haidu Kowski en 2006 llegó finalmente a Salta y en la noche del viernes puso a su creador, junto al también autor Luis Mey, en el lugar donde suelen estar las estrellas de rock.

Un escenario desdoblado en torno a una pantalla gigante, rodeado de banderines, de espacios gastronómicos y food trucks, con media calle ocupada por varias filas de sillas y el tránsito apenas interrumpido por una barricada de lectores atentos a un relato inventado en el momento.

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El formato indica que a los escritores se los va leyendo mientras escriben, en sus computadoras, y lo que ellos ven en la pantalla es lo mismo que ven sus especta-lectores. Del otro lado de la escena, un ilustrador y una dj, Ismael Gudiño y Magui Magno, construyen la intertextualidad con el mismo principio de la improvisación dispuesta al juego.

Haidu es el que presenta, en traje negro, hiperkinético, con la atención dispersa en su celular, en las luces, en el sonido, la gente, las notas que se acercan a hacerle, los saludos y los memes de gatitos, que más tarde -pantalla mediante- confesará que son su adicción irrenunciable.

El jammin' se abre con los capítulos autobiográficos de Mey, que improvisa una memoria emotiva de su pasado, de sus primeros amores, de su mamá y su pulsión escritora.

Gudiño dibuja lo que va leyendo también, con pasteles sobre papeles, debajo de una cámara que registra cada trazo. Los lectores van y vienen, acompañan con risas, con aplausos. El magnetismo del cuento sigue intacto y la espontaneidad del episodio devuelve frescura al placer ancestral de hipnotizarse siguiendo una historia.

En su turno, Haidu interactúa con su texto, pide que le manden mensajes a su celular, hace preguntas y algunas reciben respuestas, juega con las referencias externas, abre espacios comunes para seducir a los que leen, y lo consigue.

La Expolibros de Salta sigue mientras tanto dentro de los salones de la Biblioteca, en las mesas de editoriales, las lecturas y presentaciones. La jam de escritura le rindió homenaje al oficio, cree en la conjura de la soledad de los autores y por un rato diluye las distancias imposibles de salvar entre el que escribe y el que alguna vez leerá lo escrito.

Haidu Kowski presentará hoy, a las 20, en la sala Walter Adet del complejo de Belgrano y Sarmiento, su última novela, "Instrucciones para robar supermercados".