Cerca de 150.000 menores realizan trabajo infantil en el NOA

La cifra fue publicada por la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes. A nivel nacional son 715.484.

14 Nov 2017
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Según cifras de la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA) 2017, 149.539 chicos y chicas de entre 5 a 15 años de la región NOA realizan trabajo infantil. A nivel nacional son 715.484 menores que tienen sus derechos vulnerados y que trabajan fuera y también dentro de sus propias casas. 

En Salta específicamente, según relevamientos de la Dirección General de Estadísticas de la provincia junto al INDEC a partir de los últimos datos aportados por la Encuesta Permanente de Hogares de 2016, el 2% de los niños de entre 10 y 15 años tiene una ocupación en el mercado laboral.

“Nosotros relevamos la Encuesta Permanente de Hogares que se hace sobre chicos a partir de los 10 años pero no captás nada de lo que es de cero a nueve años. En la EANNA no solamente se pregunta si trabaja o no sino también cómo es el uso del tiempo de los chicos, es decir cuánto tiempo le dedica a la parte educativa, cuánto tiempo al ocio, cuánto tiempo al descanso. Es una encuesta bastante compleja”, explicó a LA GACETA Abel Mendilaharzu, titular de la Dirección General de Estadísticas de la provincia.

Si bien desde el Ministerio de Trabajo de la Nación sostienen que el trabajo infantil se redujo a la mitad, la EANNA advierte que la mayoría de los menores cumple tareas domésticas (4.3%), una forma de trabajo a puertas adentro que es difícil de detectar y que en muchas ocasiones es no remunerada.

Las causas del trabajo doméstico infantil son múltiples. En este sentido, Corina Rodríguez Enriquez del CONICET explicó que esto ocurre fundamentalmente en hogares con escasos recursos. “Los chicos asumen responsabilidades dentro de su casas, en especial de cuidado de sus hermanos o con los quehaceres domésticos, como consecuencia de las estrategias de supervivencia dentro del hogar. Eso tiene que ver con las posibilidades socioeconómicas de las casas”, analiza la investigadora.

Rodríguez Enriquez también hace hincapié en las tareas de cuidado –generalmente de hermanos menores- que cumplen en especial las niñas y las adolescentes. “El reparto de estas tareas dentro de los miembros de la familia está atravesado por los mandatos sociales de género que todavía naturalizan el cuidado como una responsabilidad de las mujeres. También hay una idea que está consolidada en las sociedades más conservadoras, en especial del NOA, que las mujeres se tienen que ir entrenando para quehaceres domésticos”, cuestiona.

Para la investigadora del CONICET, esta situación de trabajo infantil dentro de las casas se puede revertir a través de políticas públicas con mecanismos que permitan una distribución más igualitaria de las responsabilidades de cuidado. “Cuando hablamos de políticas públicas pensamos en tres dimensiones. Una tiene que ver con la regulación de las cuestiones de poder en ámbitos laborales. Aquí aparece el tema de las licencias por maternidad y paternidad. Hace falta que en el marco de las relaciones de trabajo haya mecanismos que entienden que los trabajadores tienen responsabilidades de cuidado que tienen que atender y las licencias sirven para dar cuenta de esto”, detalla Rodríguez.

En segundo lugar sería importante que el Estado provea servicios de cuidado a través de instituciones públicas accesibles y de calidad para que las personas de escasos recursos puedan encontrar contención allí. “Esto permitiría liberar el tiempo de las adolescentes para que puedan estudiar o buscar su desarrollo personal, y hacer lo que tengan ganas”, opina Rodríguez.

Por último, la representante del CONICET remarca que también son necesarias políticas de transformación cultural con contenidos que eduquen a niños y niñas en la idea de que es una tarea compartida. “Hace falta trabajar en la reproducción cultural de estos estereotipos porque está naturalizado que el cuidado es una responsabilidad de las mujeres y por eso se piensa que no está mal que las adolescentes hagan estas tareas como parte del entrenamiento para lo que es su principal responsabilidad en la vida”, finaliza. 

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