¿Una premonición? El jefe de submarinos había destacado la "invisibilidad" del ARA San Juan

El Comandante de la Fuerza de Submarinos, capitán de navío Claudio Villamide, se convirtió en el último militar que estuvo a bordo del ARA San Juan antes de que zarpara el 8 de noviembre, de Ushuaia a Mar del Plata, ocasión en que actuó como anfitrión de un grupo de funcionarios provinciales. A bordo del buque, el comandante brindó el último testimonio del que se tenga registro, y casi de manera premonitoria se refirió a las dificultades que existen para detectar un submarino en el mar y al sistema de baterías (una semana después, su avería fue reportada por el capitán del buque en la última comunicación, el 15 de noviembre).

El militar les explicó sus características al vicegobernador fueguino Juan Carlos Arcando y al resto de la comitiva oficial. La visita incluyó un viaje por el Canal Beagle y una inmersión. Entonces les habló del sistema de baterías: “debajo de donde estamos parados hay baterías. Cada una mide un metro y medio, pesa media tonelada y hay 960 en total. Son acumuladores de baja tensión, por cuestiones de seguridad, pero de mucha potencia y que necesitan ser refrigeradas”.

Después destacó como una de sus “mayores potencialidades” lo “difícil que resulta detectarlo en el mar”. “A diferencia de lo que ocurre en el aire, donde los radares son muy eficientes, debajo del mar es más difícil. Hay zonas donde los submarinos pueden ocultarse y se podría decir que son indetectables. Como si fueran invisibles, aunque no del todo, depende de las circunstancias”, había completado Villamide.