En una ceremonia íntima Florencia Peña bautizó a su hijo Felipe en Salta
Florencia junto a Ramiro y sus hijos antes de ingresar a la capilla. FOTO LA GACETA
La actriz estuvo acompañada de su pareja Ramiro Ponce de León y de sus dos hijos Tomás y Juan Otero.
En una ceremonia íntima y emotiva, Florencia Peña y Ramiro Ponce de León bautizaron este mediodía a su hijo Felipe en la Capilla del Huerto, en la esquina de Pueyrredón y España. El primer hijo de la pareja, que nació en Buenos Aires el 12 de octubre pasado, fue iniciado en la religión católica en una ceremonia privada que solo contó con la presencia de familiares y amigos.
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Los padres llegaron hasta la pequeña capilla cerca de las 11:30, en un auto que los dejó cerca de la capilla y se dirigiron a pie hasta el ingreso, empujando un coche rojo en el que iba el pequeño Felipe. También los acompañaban los hijos de Florencia, Tomás y Juan Otero.
“Me siento muy contenta porque lo vamos a bautizar acá en Salta” dijo en exclusiva la actriz a LA GACETA antes de ingresar.
La celebración no duro más de 20 minutos y fue oficiada por el padre Marcelo Suárez de la parroquia de San Ignacio. “Lo más importante es cuidar la fe del niño y hacerlo crecer en la fe” dijo el sacerdote luego de la celebración.
“Lo viví muy emocionado” dijo el papá de Felipe. “No me imaginaba que iba a ser tan emocionante así que estamos muy contentos” agregó.
La familia tiene pensando pasar los festejos de Año Nuevo en Salta. Luego de la primera semana de enero la actriz debe partir a Mar del Plata para cumplir con la temporada 2018. “Tiene trabajo allá y seguro que la vamos a acompañar” dijo su pareja.
La elección de la capilla
La elección de la capilla para el bautismo no fue casual. En el caso de la actriz eligieron el lugar porque muchas de sus presentaciones las llevó a cabo en el escenario del Teatro del Huerto. “Elegimos este lugar porque quiero mucho a la gente del Huerto y porque trabajé mucho en el teatro y nos gustaba la idea hacerlo acá” sostuvo Peña.
Por su parte Ramiro dijo que: “tenemos una gran amistad con Guillermo Clasadonte que nos dio una gran mano cuando Florencia vino a hacer la obra acá. Nos la ofrecieron y no dudamos porque nos trataron bien”. “Era lo que queríamos, algo sencillo y familiar” agregó.
Así llegaba la pareja a la capilla de Nuestra Señora del Huerto
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