Los centros de estudiantes buscan federalizarse

Ayer estudiantes del secundario de distintos centros de estudiantes se reunieron para compartir experiencias y dar el primer paso hacia la federalización en la provincia. ¿Por qué unirse? La respuesta dada por uno de los jóvenes fue simple y contundente: “la unión hace la fuerza”.

Cada uno transmitió su experiencia, influenciada por distintos factores, que van desde la participación o no de sus compañeros, hasta la cooperación o la tensión con las autoridades. Las vivencias de unos chicos son positivas, las de otras no tanto: sienten algo parecido al fracaso, porque creen que se pudo haber hecho más.

Las expectativas, proyectos y reclamos también varían de manera considerable: una joven había pensado que sería bueno que dejaran escuchar música en los recreos, a través de los parlamentos. Otro exige que las autoridades de su institución educativa hagan públicos los gastos porque están convencidos de que invirtieron menos de lo que dice el cartel de obra del Gobierno colocado en la puerta de ingreso.

Los testimonios

Grecia Domínguez es estudiante del IEM y está ahí porque ya estuvo vinculada a un centro de Estudiante. Le dice a LA GACETA que el éxito de la Federalización está atada a muchos factores. “Depende de los presidentes de cada centro, porque está re bueno que se federalicen, pero si no hay gente que mueva o realice los proyectos no sirve de nada. Necesitamos gente que se comprometa y buscar más gente que está interesada o interesarlas. Hay que mostrar que existen que tener un centro da ciertas ventajas.” La experiencia de Grecia no fue justamente la mejor: “tuvimos un presidente que nunca se puso las pilas: presentábamos proyectos y nunca los pudimos realizar porque él no los presentaba en dirección Esa fue una experiencia fea”, dice. Pero está ahí porque quiere creer que esta vez será distinto.

Miguel Angel Giliberto, de la escuela Normal, afirma que uno de los beneficios de unir fuerzas es que podrán armar actividades intercolegiales, y ayudarse mutuamente.

Marco Saravia, es de la escuela técnica 3103, de Rosario de la Frontera, y él está ahí porque le gusta ayudar a los chicos. “Lo que habría que mejorar mucho en Rosario de la Frontera es que están los gabinetes psicopedadógicos pero no están los profesionales y son muy necesarios”, dijo. En general destacan que la relación entre los centros de estudiantes y las autoridades de las escuelas y los mismos profesores siempre fue excelente, aunque hay excepciones: todos comentan el caso de dos adolescentes que no pudieron asistir porque la directora no les permitió hacer el viaje a la Capital de Salta.

José Gómez Solá es uno de los que coordina el encuentro en El Teatrino. Los jóvenes dieron un paso importante en la organización.