Un abogado habló de los rumores en Orán y un empresario fustigó a Reynoso

Ambos declararon como testigos en el juicio contra el ex juez Federal y dejaron frases fuertes contra el acusado.

28 Feb 2018
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La extensa ronda de testigos en el juicio que juzga al ex juez Federal de Orán, Raúl Reynoso, y otras siete personas por asociación ilícita, prevaricato y concusión continuó con la declaración de dos personas que cuestionaron al principal imputado.

El primero en hacerlo fue el abogado Juan Solá Alsina quien ratificó lo que ya declararon otros colegas acerca de que cuando Reynoso era juez existía el rumor de que había abogados que acaparaban la mayoría de las causas penales del fuero federal y que siempre eran beneficiados con rápidas resoluciones a su favor.

El abogado aseguró que se decía que los favorecidos eran María Elena Esper, Ramón Valor y Arsenio Gaona (los tres están imputados de conformar la asociación ilícita que gestionaba coimas a cambio de resoluciones favorables para sus clientes narcos).

Dijo que el rumor nunca cesó y que fue creciendo con el tiempo al punto de que llegaron a quejarse ante la sede del Colegio de Abogados de la ciudad norteña. “Yo iba, presentaba un escrito y no me lo decretaban, tenía que presentar un pronto despacho y era desgastante ver que nuestras causas no se movían”, señaló y aclaró que desde que Reynoso ya no está más, ya no existe esa queja.

Denunció una irregularidad puntual

Hubo una circunstancia que a Solá Alsina le llamó mucho la atención por lo irregular y lo llevó a denunciarlo en la Justicia Federal de Salta y contó el caso ayer. Relató que años atrás, dos personas de apellido Villarroel que fueron a verlo por el secuestro de mercadería líquida que habían sufrido cuando detuvieron un camión suyo pero que, luego de iniciar gestiones, no lo aceptaron porque sus honorarios eran caros y agregó que en ese momento les recomendó a Gaona, porque era más barato y su estudio estaba cerca.

Un testigo defendió a Reynoso y disparó contra fiscales y un defensor oficial

Lo que le sorprendió es que dos años después vio que existía un decreto de Reynoso en esa causa que lo obligaba a asumir la defensa en la causa y que ordenaba devolver el camión y parte de la mercadería a raíz de un escrito que presuntamente había presentado, aunque el mismo Solá Alsina lo negó.

“Yo ni intervine en la causa porque nunca acepté el cargo, jamás pedí que devuelvan nada, alguien impulsó esa causa usando mi nombre”, denunció.

Un empresario dijo que puso plata para una coima a Reynoso

Otro testigo que pasó por la audiencia del lunes fue José Martín Abella, uno de los tantos implicados en la conocida como “Causa Cabeza” en la que un grupo de empresarios de frigoríficos y carnicerías fue detenido y procesados por los delitos de asociación ilícita, narcotráfico, evasión de impuestos y lavado de activos.


Abella relató que en 2015 allanaron dos propiedades suyas, una en Lules (Tucumán) en donde Gendarmería ingresó violentamente, empujando a su esposa e hijos y secuestrando dos vehículos, $180.000 y cheques.

“Nos cagaron la vida, comercialmente quedamos muy mal, nadie nos quería comprar carne después de eso y nunca me devolvieron los cheques que ya se vencieron y no pude cobrarlos”, dijo molesto el dueño de un frigorífico en Tucumán.

Afirmó que nunca estuvo procesado ni detenido pero que sí lo estuvo su primo hermano Bruno Mazzone, por quien tuvo que poner plata para que lo liberen: “Nos dijeron que el juez (Reynoso) pedía $500.000 por cada libertad, yo puse esa suma, mi papá otra suma igual y se la dimos a mi primo Marcelo (hermano de Bruno)”, aseguró.

Según su relato, ese dinero fue a manos del también imputado Pablo Meneses quien se lo entregó a su abogada María Elena Esper para que se la haga llegar a Reynoso. Previo a ello, le habían pedido a Bruno Mazzone que deje al abogado que tenía para contratar los servicios de Esper y que “si no pagaba, no salía”.

Por temor, un nuevo testigo pidió protección especial

Pese a la gran cantidad de testigos solicitados por las partes antes del inicio del juicio, en la última audiencia se resolvió aceptar otros nuevos, pedidos por las partes. Así se sumaron varios abogados y un ex empleado del Juzgado Federal de Orán en tiempo en los que Reynoso era juez.

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Actualmente esta persona (cuya identidad nos reservamos por motivos que se explicarán a continuación) trabaja en la Justicia Federal de Salta y el viernes último, cuando supo que iba a ser citado a declarar como testigo, se presentó ante el fiscal Carlos Amad.

En la audiencia de esta semana, Amad informó esto a los jueces y los puso en conocimiento de que esta persona le había dicho que tenía miedo de Reynoso, que solicitaba ser incorporado al programa de protección de testigos, como ya existen otros casos en esta causa, y que se le aseguren todas las garantías.

El testigo además, entregó una serie de documentos que acreditan que se encuentra en un mal estado de salud y con licencia psicológica por lo que le era imposible concurrir a declarar ayer como estaba previsto.

Por todos estos motivos, pidió a través del fiscal, declarar por medio del sistema de videoconferencia.


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