Causa Reynoso: un juez de Corte, un escribano y extraños manejos de droga

El magistrado fue vinculado por un imputado, el abogado intervino en la sospechosa venta de una finca y un empleado del Juzgado dejó algunas dudas.

07 Mar 2018
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En la última audiencia contra el ex juez federal de Orán, Raúl Reynoso, no solo se escuchó a un lapidario defensor oficial sino que también sucedieron otras situaciones un tanto particulares que llamaron la atención de los presentes.

Sobre el final de la audiencia del lunes, Reynoso cuestionó que el juez de la Corte de Justicia de Salta (y ex juez Federal) Abel Cornejo, haya enviado una carta al fiscal Carlos Amad para expresar su rechazo a los dichos vertidos por el abogado imputado, René Gómez, quien al momento de declarar como acusado de gestionar coimas para Reynoso, dijo que mantenía una cordial relación con muchos jueces, que incluso varios fueron a comer a su casa y entre ellos, nombro a Cornejo.

En declaraciones a LA GACETA, Cornejo ya había negado esta versión: “Me causó un profundo malestar y niego categóricamente eso, no conozco la casa ni a la señora de Gómez, ni acostumbro hacer esas cosas”, descargó y agregó que en la causa estaban claras las irregularidades que él ya había señalado que existían en el Juzgado Federal de Orán.

La misiva fue enviada el 12 de noviembre, el día posterior a las declaraciones de Gómez, pero Reynoso recién tomó nota de ello el lunes y solicitó que se cite a declarar al magistrado por sus apreciaciones vertidas sobre la causa, hecho que fue rechazado por la fiscalía y que ahora deberá resolver el Tribunal Oral Federal n° 1 que lleva adelante el juicio.

La finca de la supuesta coima

Uno de los hechos por los que se imputó a Reynoso, Gómez y a los hermanos César y Rosalía Aparicio es la venta de 700 hectáreas de la finca Mollinedo ubicada en el departamento Rivadavia, que se concretó el 17 de julio de 2014.

Según la hipótesis fiscal, esa finca habría pertenecido a un narco detenido e imputado por Reynoso, asistido legalmente por Gómez y habría pagado una coima con esas tierras. El relato de la acusación dice que primero la finca fue puesta a nombre de Rosana Rivas Vázquez (ex pareja de Gómez), según ella misma lo declaró en el mismo juicio, sabiendo que solo era depositaria porque en realidad pertenecían al juez.

La mujer dijo que Gómez la obligó a venderla y así pasó a nombre de Rosalía Aparicio, hermana de un empleado del Juzgado de Orán y hombre de confianza de Reynoso.

Por esta transacción declaró el lunes el escribano Enrique Trogliero, quien ratificó que la operación se hizo ante él y que los hermanos Aparicio pagaron por la finca a Rivas Vázquez y a Gómez. El testigo no recordaba muchos detalles sobre la finca por lo que nada se dijo respecto del anterior propietario de las tierras, ni de los motivos de la venta.

Reconoció que conocía a los hermanos porque su familia solía hacer transacciones de lotes rurales en Colonia Santa Rosa y en Orán.

Sospechosos manejos de droga

Luis Santillán trabaja en el Juzgado Federal de Orán desde que se creó en febrero de 2005, motivo por el cual se desempeñó en distintas áreas y formó parte de diferentes actividades, como la quema de droga secuestrada.

Si bien afirmó que por lo general se cumplían con los procedimientos y controles exigidos previos a la quema, que en algunos casos se hacían hasta tres veces, sobre el final de su declaración admitió que alguna vez participó de quemas de droga que no había sido antes sometida al narcotest que confirma que se trate del estupefaciente que corresponde.

También ratificó lo que se supo en la audiencia de la semana pasada, que en ocasiones empleados como Aparicio, transportaban droga en sus autos particulares por disposición de Reynoso, auqnue en compañía de gendarmes.


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