Virgen del Cerro: A pesar de no estar María Livia, la convocatoria de fieles continúa

Cada sábado, los fieles de la Virgen del Cerro ascienden al santuario para realizar oraciones y cumplir promesas. Conocé más sobre el mítico lugar.

17 Mar 2018
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A lo largo del año, miles de fieles se acercan cada sábado al Cerro de la Virgen ubicado en Tres Cerritos para participar del acto de imposición de manos de María Livia, la mujer que dice recibir mensajes de la Virgen.

El sábado 7 de abril, se dará inicio a las jornadas 2018 de oración encabezadas por Maria Livia, con la ceremonia de imposición de manos.

Hoy -al igual que el resto de los sábados que forman parte del receso- a pesar de que no se realiza la ceremonia de imposición, cientos de peregrinos de distintos puntos del país copan el santuario de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús para rezar, pedir, agradecer y cumplir con promesas.

El circuito

Para llegar al Santuario, ubicado en la punta de uno de los cerros del barrio Tres Cerritos, antes hay que pasar por otro santuario, el de la Virgen de Schoenstatt, ubicado en la esquina de Los Carolinos y Los Crespones.

Después hay que seguir un camino de cornisa, muchos lo hacen a pie y otros en auto, desembocando en la playa de estacionamiento.

Los cientos de servidores están identificados con pañuelos celestes y una credencial con su nombre y apellido.

Al llegar te reciben los voluntarios que rápidamente te indican por dónde subir y las opciones de ir a pie o en un colectivo público y gratuito. Además, para personas con dificultades de movilidad hay disponibles camionetas.

Arriba se encuentran los baños, un puesto de agua, ambulancias y el mítico santuario desde el que se puede disfrutar de una espectacular vista de la ciudad.

Imposición de manos

El sábado 7 de abril, se dará inicio a las jornadas de oración que encabeza Maria Livia, con la ceremonia de imposición de manos.

En la que acerca su mano al hombro de cada persona y hay quienes, inmediatamente se desvanecen. Al restablecerse, confiesan haber sentido la presencia de la Santísima Virgen María, gracias a la intersección de la mujer.


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