Con un “Chirete” provocador, arrancó el juicio por el femicidio en la cárcel

Gabriel Herrera está siendo juzgado por asesinar a su pareja, Andrea Neri, durante una visita íntima en el Penal de Villa las Rosas. El imputado desafió al Tribunal: “¿no sabe leer?”

19 Mar 2018
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FOTO LA GACETA

Irreverente, desafiante y altanero demostró ser Gabriel "Chirete" Herrera en la primera audiencia del juicio en el que está acusado del homicidio de Andrea Neri en una visita íntima dentro de la cárcel de Villa Las Rosas en enero de 2017.

Fuertemente custodiado, con chaleco antibalas y esposado, ingresó Chirete a la Sala de Grandes Juicios. “!Asesino! ¡maldito¡”, gritó el tío de victima al ver al imputado.

La primera audiencia comenzó con la lectura de las requisitorias de elevación a juicio, en las cuales el fiscal detalló su investigación.

“¡Entren a ver que la mate! se terminó la carneriada”, dijo Chirete a los guardiacarceles



Luego de la lectura de las presentaciones fiscales y de la querella con los argumentos y pruebas por las que pidieron la elevación a juicio de la causa, el juez xxxx se dirigió al imputado. 
Como lo establece el procedimiento, el juez le consultó si había entendido de qué se lo acusaba y asintió. Pero ni bien lo hizo, se acercó al micrófono y le preguntó al magistrado: " por qué están ellos por abandono de persona?", Señalando a los ex funcionarios imputados. Todos quedaron sorprendidos por lo insólito del planteo, por el tono desafiante y porque es algo que no suele suceder en los juicios.
Después de que Herrera insistió, el juez atinó a responderle que ya se daría cuenta con el correr del juicio.
Dio la sensación de que el acusado pretendía desligar al resto, de las responsabilidades de lo sucedido sin entender que enfrentan acusaciones diferentes.
Pero la situación continuó. Cuando el juez prosiguió a identificar y confirmar los datos personales del acusado y le preguntó el nombre, la respuesta fue violenta: "qué no sabés leer?, Está ahí en esos papeles, Contestó.
Cansado de la insolencia y evitando caer en la provocación, el juez se limitó a aclarar que se tendrán por consignados los datos que figuran en el expediente

También son juzgados cinco efectivos del Servicio Penitenciario: Juan Carlos Gutiérrez, Fernando Daniel Velázquez Fernández, José Luis Ávalos y Héctor Augusto Franco por incumplimiento de deberes de funcionario público. Además Nelson Alexander Cardozo por abandono de persona seguido de muerte.

Luego de la lectura de las presentaciones fiscales y de la querella con los argumentos y pruebas por las que pidieron la elevación a juicio de la causa, el juez Guillermo Pereyra se dirigió al imputado. 

Como lo establece el procedimiento, el juez le consultó si había entendido de qué se lo acusaba y asintió. Pero ni bien lo hizo, se acercó al micrófono y le preguntó al magistrado: "¿Por qué están ellos por abandono de persona?", señalando a los ex funcionarios imputados. Todos quedaron sorprendidos por lo insólito del planteo, por el tono desafiante y porque es algo que no suele suceder en los juicios.

Después de que Herrera insistió, el juez atinó a responderle que ya se daría cuenta con el correr del juicio.

Dio la sensación de que el acusado pretendía desligar al resto, de las responsabilidades de lo sucedido sin entender que enfrentan acusaciones diferentes.

Pero la situación continuó. Cuando el juez prosiguió a identificar y confirmar los datos personales del acusado y le preguntó el nombre, la respuesta fue violenta: "qué no sabés leer?, Está ahí en esos papeles", contestó.

Cansado de la insolencia y evitando caer en la provocación, el juez se limitó a aclarar que se tendrán por consignados los datos que figuran en el expediente.


El caso

El 5 de enero de 2017, Andrea Edith Neri fue junto con su bebé de dos meses a visitar a Herrera a la Unidad Carcelaria 1. La víctima mantenía una relación sentimental con el acusado. Luego de 30 minutos, el interno salió de la celda con el niño en brazos gritando que la había matado. Neri fue encontrada en el piso con heridas punzantes a la altura del cuello.

En ese momento, “Chirete” Herrera se encontraba privado de su libertad por una condena a prisión perpetua dictada por la Cámara Tercera en lo Criminal, el 22 de septiembre de 2006, por ser autor del delito de homicidio calificado por el vínculo y por la alevosía en perjuicio de Verónica Soledad Castro.

Al momento del hecho, Gutiérrez se desempeñaba como director de la Unidad Carcelaria 1 de Villa Las Rosas. Ávalos cumplía funciones como jefe del Departamento de Tratamiento y Vigilancia. Franco se desempeñaba como jefe de Pabellón. Velázquez tenía el cargo de subjefe de Departamento. Por su parte, Cardozo se desempeñaba como celador del Pabellón donde sucedió el hecho y tenía la obligación de custodiar y resguardar la integridad física de los internos y sus visitas. Además, habría sido alertado sobre la agresión que Neri estaba sufriendo.



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