Los peritos relataron la crueldad con la que Chirete mató a Andrea Neri

Las primeras declaraciones de la jornada de ayer estuvieron a cargo de los peritos que intervinieron en la investigación del femicidio en el que murió Andrea Neri en manos del confeso asesino, Gabriel “Chirete” Herrera.

Los funcionarios del CIF Hugo Flores Solís y Natalia Doyle relataron como encontraron la escena del crimen y mostraron fotografía del lugar.

En la celda donde ocurrió el hecho había fotografías de Herrera y Neri pegadas en la pared. También imágenes del Gachito Gil y San la Muerte.

El padre Andrea Neri increpó a Chirete: “hasta el infierno te voy a ir a buscar, hijo de puta”

Según relató Flores Solís, el ataque habría comenzado en la cama de Herrera, en la cual había manchas de sangre, y terminado muy cerca de la puerta de ingreso a la celda.

La joven estaba tendida en el suelo, vestida y con sangre en la zona del rostro. Al lado de su brazo estaba tirada la gubia con la que se perpetro el ataque.

En ese momento el padre de la joven, al ver la fotografía de su hija sin vida en la celda de Herrera, se levantó de su silla y apuntando al imputado gritó: “hasta el infierno te voy a buscar hijo de puta”. Juan Pablo Neri debió ser retirado de la sala de audiencia y el perito continúo con su testimonio.

Flores Solís explicó que solo se encontró la gubia y un cuchillo en la celda. Descartó la presencia de drogas y alcohol.

Luego fue el turno de Daniel Fernando Chirife - médico forense que le practicó la autopsia a la víctima- quien brindó uno de los testimonios más desgarradores de la jornada.

Acompañado por fotografías, el profesional explicó que de los exámenes realizados se pudo constatar que Andrea Neri recibió 36 puntazos, 17 en la zona izquierda del cuello y 19 del lado derecho. También el cuerpo presentaba rastros de golpes en el rostro y una herida cortopunzante en el ojo.

La saña con la que fue asesinada la joven conmocionó a los presentes en la sala de juicio. Herrera miró con atención cada imagen, sosteniendo un pañuelo de papel y un vaso de agua con sus manos esposadas.

El profesional aseguró que del estudio realizado se pudo constatar que Andrea Neri no se defendió del ataque.

Finalmente las genetistas Alejandra Guinudinik y Mercedes Monje corroboraron que el ataque a Neri había sido perpetrado con la gubia secuestrada y descartaron que se haya utilizado también el cuchillo, ya que el mismo no tenía rastros de sangre.