Cargnello dio un mensaje de esperanza a quienes luchan por tierra, trabajo y techo

El Arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, brindó ayer un mensaje de esperanza a quienes luchan por tierra, trabajo y techo. Destacó el trabajo a pulmón de las organizaciones sociales y les pidió que “no bajen los brazos”.

La homilía fue escuchada por la masiva cantidad de manifestantes que ayer se concentraron en el Templete San Cayetano y peregrinaron 30 cuadras hasta la Catedral Basílica pidiendo que la Iglesia Católica se exprese ante la situación que atraviesan los trabajadores.

Durante su discurso, Monseñor reconoció la situación de extrema vulnerabilidad que viven algunos salteños y reconoció el trabajo de las organizaciones que “muchas veces trabajan a fuerza de pulmón simplemente para ayudar al prójimo”. Cargnello llamó a la unidad del pueblo para afrontar los problemas que aquejan como la pobreza y la falta de trabajo.

“Que no se apague la esperanza”, dijo ante la mirada de los cientos de trabajadores que llegaron a la Catedral.

Una masiva marcha tuvo lugar ayer en las calles del centro salteño cuando trabajadores y desempleados se concentraron en el Templete San Cayetano y peregrinaron por 30 cuadras pidiendo que el Gobierno nacional cumpla las premisas del Papa Francisco: tierra, trabajo y techo.

Fueron cerca de tres cuadras repletas de familias, madres con sus hijos en brazos o en cochecitos, abuelas, hermanos, vecinos y amigos, quienes provenían de diferentes barrios de la ciudad. Lo llamativo de la manifestación fue el cordón que llevaban a los lados de las calles, que demostraba la organización de la marcha.

La marcha fue pacífica en su totalidad. Apenas contaban con algunos bombos y platillos que resonaban abriendo paso a la movilización, entre banderas y pasacalles que identificaron a los movimientos sociales y políticos que participaron. El Movimiento Barrios de Pie, la Corriente Clasista Combativa, el Movimiento Evita, Libres del Sur, solo por mencionar algunos de ellos.

Por momentos el tránsito fue un caos por las obras que lleva adelante la Municipalidad, los cortes y desvíos obligatorios y la masiva movilización que por momentos se adueñó de las calles.