Les Luthiers: "hacemos algo que la gente necesita y no encuentra en otra parte"

El grupo presentará "Gran Reserva" en tres funciones en el Teatro Provincial, una antología que recupera piezas elegidas de lo mejor de su repertorio.

12 Abr 2018
Una especie de misterio, dice, es la razón profunda de por qué Les Luthiers sigue gustando. La forma secreta de la humildad se parece a la elegancia y Jorge Maronna se siente más cómodo en esas maneras. A pocas horas de subir a escena en Salta, el músico devenido actor toma la palabra para contar de qué va "Gran Reserva", el show que esta noche, mañana viernes y el sábado, a las 21 horas, presentará  en el Teatro Provincial con promesa de antología.

Gran Reserva refiere un vino estacionado, cuidado, de los que se guardan para momentos especiales. ¿Cuánto de esto tiene el show?

Mucho, porque es una colección de piezas añejas y añejadas con mucho amor, mejoradas a lo largo del tiempo. Las vamos puliendo desde que se estrenan, hacemos un cuidado muy especial para que no decaigan e incluso ir mejorándolas. Además, en esta antología, hicimos una revisión porque hay números de los años '80, como "Entreteniciencia Familiar", "Buscando a Helmut Bösengeist", "Música y costumbres de Makanoa", "Quién conociera a María amaría a María", que hicimos muchas veces, hacía tiempo que estaban descansando y las estamos retomando ahora con mucho cariño y mucho éxito.

¿Les Luthiers mejora con el tiempo también, como los vinos?

Yo creo que sí, por una parte maduramos como personas, creo que somos mejores gentes ahora que cuando comenzamos. Fuimos aprendiendo el oficio, porque éramos estudiantes y ninguno de nosotros pensó en trabajar de Luthier. Menos en que iba a ser una carrera de tantos años. Fuimos viendo que al público le gustaba esta estudiantina que habíamos hecho entre los compañeros del coro, cuando teníamos 20 años. Aprendimos todo del oficio y seguimos aprendiendo.


Un refrán futbolero dice que equipo que gana no se toca. En el caso de Les Luthiers, las modificaciones del elenco no alteraron el éxito y la calidad de lo que proponen en el escenario. ¿Cómo explicarías esto? 

Es algo maravilloso. Cuando se fue Daniel (Rabinovich), que estuvo enfermo dos años antes de fallecer, fue reemplazado a pedido de él por Martín O'Connor y "Tato" Turano. A partir de su fueron titulares y el espectáculo funcionaba igual que antes. El año pasado se retiró Carlos Núñez Cortez, que estaba cansado y quería trabajar menos. Entró Tomás Mayer-Wolf, que tiene 35 años, la mitad de nuestras edades, y es muy talentoso. Ahora somos el 50% de los históricos -con Marcos Mundstock y Carlos López Puccio- y el 50% de los nuevos, y el espectáculo sigue funcionando bien, más allá de la presencia de los fundadores. El espectáculo está tan bien hecho, inmodestamente hablando, que son piezas muy sólidas, muy probadas, pulidas. Es un mecanismo de relojería.

¿Hay Les Luthiers más allá de "los" Les Luthiers" que fundaron grupo? ¿Te imaginás a Les Luthiers modelo 2045?

A partir de esta experiencia, pienso que sí, que es posible. Son las obras, el contenido lo que funciona. Ojalá que lo sea, me alegraría. Quisiera verlo.

¿Cuál son hoy los motores del entusiasmo para seguir haciendo shows?

Creo que son los mismos de siempre. Es un trabajo que nos encanta, que disfrutamos mucho, y nos entusiasma ver que el público viene como siempre, incluso renovándose, porque vienen muchos jóvenes, muchos chicos, hay un público nuevo y siempre es una fiesta.

Durante muchos años el público que nos seguía era de nuestra generación. Pero desde hace 20 años vemos que empezaron a venir jóvenes, familias, y también chicos muy pequeños, hasta de cuatro o cinco años que se saben nuestras canciones. Es una cosa muy linda

Los espectáculos que crean tienen mecanismos narrativos complejos, hay personajes, referencias externas, invitan al espectador a poner su parte en la arquitectura del humor ¿Dirías que es un humor apto para todo público o se necesitan algunas competencias para disfrutarlos mejor?


Un poco de las dos cosas. Es un humor blanco, familiar, sin agresividad. En este sentido es para todo público. Además hay todo un trabajo más fino, más elaborado, a veces con referencias culturales que quien las conozca disfrutará más el espectáculo, pero básicamente es un espectáculo para públicos amplios.

¿Reconocen familiaridad con su público, se parecen en algo?

No sé cómo es el público que nos va a ver, es muy vasto, hay de todo. Desde gente muy sencilla hasta altos intelectuales, niños, gente mayor. El público tiende a identificarse con el artista. Para mí es bastante misteriosa la razón de nuestro éxito y perdurabilidad. Se puede explicar una buena parte de esto, trabajamos con mucho cuidado, es algo bastante elaborado y a la vez es difícil explicar tanta aceptación. Debe ser que ofrecemos algo que la gente necesita y no encuentra en otra parte.

¿Te imaginás una vida sin Les Luthiers? ¿Fantaseas con el retiro?

No tengo esa fantasía porque me resultaría muy rara una vida sin Les Luthiers. Empecé a los 17 años con la prehistoria de Les Luthiers, cuando hacíamos I Musicisti. Toda mi vida fue este trabajo. Mi otra columna vital es mi familia, tengo cinco hijos, dos nietas, estoy bastante ocupado, pero si me faltara Les Luthiers no sabría qué hacer.

¿Cómo eligieron los números de Gran Reserva? ¿Cuáles son sus favoritos y por qué?

Nos reunimos y cada uno llevó una pequeña lista de obras que quería volver a hacer. Creo que "Perdónala", "San Ictícola de los Peces", "Rhapsody in balls" son mis favoritas.



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