Humor negro y chats comprometedores: cómo consiguió Gaspar Cinco el cianuro

Dos mujeres aportaron testimonios cruciales en el juicio que se sigue en contra del periodista, acusado de envenenar a Alejandra Párraga y a su hijo, Amir.

25 Abr 2018
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FOTO MINISTERIO PÚBLICO FISCAL

La tercera audiencia de juicio contra Franco Gaspar Cinco transcurrió con los testimonios de dos mujeres que aportaron detalles de cómo y dónde compró el cianuro y cuánto lo pagó el acusado, y las preguntas sobre cómo disolverlo, entre risas y un humor negro.

Liliana Cristina Cintas fue quien le vendió personalmente el cianuro al periodista. Recordó que el 5 de junio de 2017, el mismo día que Alejandra Párraga y su hijo Amir fueron envenenados, recibió un llamado telefónico en su local. Era la voz de un hombre que preguntó si tenía en stock el veneno; le dijo que sí y entonces cortaron la comunicación.

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No pasó más de una hora que el acusado llegó al negocio, saludó a la mujer y le dijo que era él quien había llamado hacía unos minutos y pasaba a retirarlo porque era para un primo que estudia en la UNSa y le pidió que le hiciera el favor.

La vendedora puntualizó que el cianuro es de venta libre, pero la situación le pareció extraña. Detalló que el periodista compró 500 gramos de cianuro y lo pagó $ 920. “Vino, pagó y se fue”, aseguró Cintas.

Al día siguiente se enteró lo que había ocurrido con Alejandra y Amir y reconoció al hombre al que le había vendido el producto. Se presentó voluntariamente ante la Justicia y contó estos mismos detalles.

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Un humor negro y una “mente criminal”

El segundo testimonio que lo comprometió en la audiencia de ayer fue el de la licenciada en nutrición, Violeta Evangelina Cruz, que tenía conocimientos de cómo manipular productos tóxicos por haber trabajado en el laboratorio de la UNSa.

Contó que conocía a Gaspar Cinco desde el 2012 y el periodista recurrió a ella para tener más información sobre los efectos y cómo disolver el cianuro. La mujer dijo que nunca pensó que el acusado hablara en serio y por eso lo ayudó.

Las conversaciones eran más frecuentes y, según declaró, Gaspar Cinco se ponía más insistente. Durante su testimonio se proyectaron seis capturas de chats de WhatsApp donde entre risas el imputado arrojaba frases como “voy a envenenar a unos giles” o, consultado sobre por qué necesitaba el cianuro, respondía “por si alguna vez saco mi instinto criminal ja, ja já”.

“¡Chú! ¿a quién querés envenenar? ja, ja, já”, le preguntó la nutricionista entre bromas, a lo que el imputado decía que preguntaba para un amigo de él que quería saber.


La joven dijo sentirse arrepentida por lo que pasó y sentirse ingenua de haber evacuado las preguntas de Gaspar Cinco, pero aclaró que nunca sospechó que el plan se llevaría a cabo.

Además de apuntar contra el acusado, lo señaló como una persona con un humor negro. “Franco era de hacer esos chistes, tiene un humor negro”, dijo y lo definió como “una persona que no es muy sociable”.

Al iniciar su declaración, Cruz pidió que su conocido sea condenado y al retirarse de la Sala se abrazó con los padres de Alejandra, Mercedes Martínez y Alejandro Párraga.

Las audiencias se reanudarán hoy, desde las 9.30.


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