Un jubilado lleva más de un mes internado luego de un accidente

El conductor que lo chocó estaba alcoholizado y manejaba una camioneta oficial del municipio Tolar Grande.

27 Abr 2018
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Ciriaco se muestra lúcido y positivo desde la habitación del hospital.

Ciriaco Mamaní es un jubilado de 65 años que fue atropellado el 18 de marzo en la esquina de 9 de julio e Ingeniero Maury, en la localidad de Campo Quijano, de donde es oriundo.

Por el impacto, debió ser trasladado en código rojo al hospital San Bernardo. Allí se encuentra internado hasta la fecha. Recién el lunes pasado fue operado de la pierna izquierda, donde presenta doble fractura de tobillo.

El jubilado charló con LA GACETA y contó que: “ese día había salido en la bici a hacer unas compras a tres cuadras. Compré queso y una ramita de albahaca en un autoservicio y me monté en mi bicicleta para volver. Después de andar unos metros, sentí un golpe fuerte que me empujó hacia el piso”.

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Walter Casimiro, el conductor que lo chocó, iba manejando una camioneta oficial del municipio de Tolar Grande, en estado de ebriedad. Luego de impactar contra la bicicleta, lo arrastró unos 20 metros hasta que frenó. En ese momento, Ciriaco pedía ayuda desde debajo de la camioneta y dos vecinos lo asistieron.

“Yo estuve completamente consciente. En ningún momento perdí el conocimiento pero estaba con los ojos cerrados y escuchaba todo. Mi vecino, Alberto “Chucutún” Ramos, intercedió para que el conductor no mueva la camioneta”, relató Mamaní, quien se jubiló hace ocho meses de su trabajo de administrativo del hospital de Campo Quijano.

Cuando llamaron a los bomberos, que tiene un destacamento a 30 metros del lugar del hecho, acudieron inmediatamente. Una ambulancia llegó y lo trasladó al hospital zonal.

“Cuando llegaron las enfermeras les reconocí la voz, porque yo seguía con los ojos cerrados, por la tierra y la sangre que me corría por la cara. Eran compañeras mías de trabajo: María Eugenia Martínez y María Eugenia Maccias fueron quienes me socorrieron”, contó Ciriano, mostrando el estado de lucidez que conservó todo el tiempo.

En ese momento, las enfermeras le acomodaron la pierna derecha ya que "la tenía para arriba", según cuenta el damnificado. Acto seguido, lo subieron a una tabla rígida en la que fue trasladado a la ambulancia.

Juana López, la mujer de Ciriano, contó que recién lo operaron el lunes pasado debido a que “el Dr. Orellana, que lo estaba atendiendo dijo que debían esperar a que las heridas cicatricen”. Ciriano se encuentra actualmente a la espera de su pronta evolución, ya que presenta también una fuerte herida en la rodilla derecha, además de los raspones que cubren todo su cuerpo. “Estuve con un motorcito que me aspiraba la sangre infectada de la rodilla por unos 20 días”, dijo el jubilado.

Aunque Ciriano está siendo "bien atendido" en el hospital público, relata un problema que no le permite estar hoy en una clínica privada: "Yo tengo IPS (Instituto Provincial de Salud de Salta) pero no co-seguro, entonces tuve que internarme acá, porque sino tenía que pagar el 20% de la internación y el resto de las cosas, pero no tengo esa plata". Es que al jubilarse, dejó de aportar a ATSA (Asociación de Trabajadores de Sanidad de la Argentina) y, por lo tanto, no puede ser atendido en el sector privado.

En cuanto al conductor, Ciriano comentó que “estaba machado. Y se quedó dormido en la camioneta. Me comentaron que estaba en la Alcaldía pero después no supe más nada”. Sin embargo, reconoce que una vez que le den el alta deberá iniciar las acciones legales correspondientes. “El juicio es inevitable”, sentenció.

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