Hoy liquidan las Lebacs: ¿hay riesgo de un nuevo corralito?

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EN 2002 LAS PROTESTAS POR EL CORRALITO GANARON LA CALLE. FOTO EL INDEPENDIENTE.

La fecha del megavencimiento pone en jaque el equilibrio de las cuentas públicas. Se estima que no se llegará al mínimo óptimo de renovación del 60%.

15 May 2018

Hoy es una fecha clave para la economía argentina, con el megavencimiento de $688.000 millones en las Lebacs y la reciente corrida bancaria amenazando con jaquear el mínimo del 60% de renovación de los bonos, con lo que el Banco Central retomaría oxígeno para seguir operando.

Ante la incertidumbre del panorama, el fantasma del corralito acecha a los ahorristas, que se debaten entre liquidar las letras argentinas y pasarse al dólar, seguir apostando en pesos, sacar sus ahorros del banco o convertirlos en una inversión.

Las dudas ante qué hacer con los ahorros parecen responderse con la cautela y la evaluación de riesgos. "Toda recomendación parte de que no hay que estar 100% en ninguna inversión", dice a Infobae Sabrina Corujo, jefa de research de Portfolio Personal y agrega que lo ideal es no aumentar las posiciones en Lebacs ni dolarizar la cartera en su totalidad. "Creemos que las tasas a 43%, como están en el mercado secundario de Lebac, son atractivas y que el costo de oportunidad de salirte de ahí es un poco complejo, lo ideal es mantener la posición, entre 20 y 25% del total", agrega.

Según explica Miguel Boggiano en el diario Ámbito Financiero, la posibilidad de un retiro masivo de billetes no son por ahora una amenaza para el sistema financiero nacional, por lo que cualquier medida interruptiva de esto no parece factible.

"Los últimos datos del Banco Central indican que la totalidad de los depósitos en dólares del sistema prácticamente no se habían movido", dice el economista, pero agrega que es "absolutamente imposible de predecir y modelar" un retiro masivo de billetes. "Pero el hecho de que el 50% de los dólares estén disponibles, disminuye la probabilidad de que esto suceda (U$S 14 mil millones para hacer frente a un total de depósitos de U$S 30 mil millones)", agrega.

Respecto de la posible "vulnerabilidad" del Banco Central, Boggiano dice que su flaqueza reside en que debió asistir al Tesoro Nacional mediante las compras de dólares del BCRA al Tesoro y en los Adelantos Transitorios. "Es entendible el temor general de la sociedad, pero todavía los números no han encendido las luces de alarma", dice el especialista. "¿Cuán factible es retirar la mitad de los dólares del sistema? ¿Hay lugar suficiente en las cajas de seguridad? ¿Quién quiere correr el riesgo de tener dólares físicos consigo? ¿Cuántos argentinos tienen cuentas abiertas en el exterior para poder alternativamente girar su dinero?", se pregunta el financista y dice que el nerviosismo del mercado es parte de sus propios riesgos. "Una vez resuelto ese interrogante, es de esperar que vuelva la calma al mercado cambiario, aunque sin duda seguirá siendo una tensa calma".






¿Por qué existió el corralito en la Argentina?

La explicación es relativamente sencilla y la vamos a ilustrar con un ejemplo. En la convertibilidad, los créditos en dólares se otorgaban a cualquier persona que los solicitaba y cumplía las condiciones crediticias.

Imaginemos entonces que Juan Pérez tenía U$S 100 dólares depositados en un determinado banco. Si Carlos García tomaba un préstamo por U$S 70 dólares, el banco se los prestaba. Pero en realidad, esos dólares eran los que Juan Pérez había depositado inicialmente.

Esto no configura ningún tipo de estafa, sino que es una práctica común que genera lo que se conoce como "creación secundaria de dinero". Esta es la piedra fundamental de los sistemas de encaje fraccionario en donde los bancos tienen que guardarse siempre una fracción de los depósitos que no pueden prestar (así funciona la banca en la mayoría de los países del mundo con excepción de algunos países islámicos).

En nuestro ejemplo no había más que U$S 100 físicos, pero los saldos de Juan Pérez y Carlos García sumaban U$S 170. Si ambos iban a buscar "sus dólares", se encontrarían con que no habría posibilidad de satisfacer a ambos.

Desde que se salió de la convertibilidad, los préstamos en dólares están limitados por ley solamente a prefinanciación de exportaciones con plazos de 180 a 360 días. Con lo que, este "efecto multiplicador" del dinero, es más limitado (aproximadamente hay reservas encajadas por el 50% de los depósitos en dólares).



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