Tras siete años de guerra, Siria vuelve a controlar Damasco

El ejército de Al Assad puso fin a la resistencia rebelde en barrios al sur de la capital. El antiguo bastión de Estado Islámico cayó luego de un mes de asedio. Irán dice que no dejará el país

22 May 2018
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DESTRUCCIÓN. Así quedó el vecindario de al-Hajar al-Aswad, donde se libró la batalla final por Damasco. REUTERS

DAMASCO, Siria.- Después de siete años de haber perdido parte del control de Damasco y su entorno, el Ejército sirio puso fin a la resistencia rebelde en sus últimos reductos al sur de la capital del país, y tomó completo control de la ciudad y sus alrededores, anunciaron los militares del país del Medio Oriente.

En un comunicado distribuido por la agencia de noticias oficial SANA, el Comando General del Ejército y las Fuerzas Armadas señaló que en las operaciones en al-Hajar al-Aswad y el campamento de Yarmouk murió “gran número de terroristas de Daesh (acrónimo en árabe del Estado Islámico, EI)”, sin dar cifras.

La ofensiva comenzó al mediodía, después de que un grupo de civiles fue evacuado entre la noche y la mañana. Dos horas después, se confirmó la captura del antiguo bastión yihadista y se emitieron imágenes de tropas ondeando la bandera nacional siria en el derruido vecindario.

Previamente, los militares habían asegurado el control total de Yelda, Babila y Betshem, también en el sur de Damasco, con lo cual “todas las localidades de Ghouta occidental y oriental están completamente libres del flagelo del terrorismo takfiri en todas sus formas”.

El asedio al sur de Damasco duró un mes, y fue el último acto tras la toma completa de la región de Ghouta Oriental, hasta entonces el principal bastión rebelde cerca de la capital.

La declaración preanuncia, además, una intensificación de las operaciones en las zonas bajo control rebelde en el resto del país al informar que el avance del Ejército “crea un ambiente” para erradicar “los focos residuales del terrorismo armado”.

“Nuestro Ejército insiste cada vez más en perseguir a los remanentes del terrorismo y aplastar sus agrupaciones en la tierra de la patria”, agregó en una transmisión por la TV pública, el portavoz de la comandancia, Ali Maihub.

Desde ayer, se ha evacuado a mujeres, niños y ancianos del barrio de Hayar al Asuad durante una tregua aprobada “por razones humanitarias”.

Las fuerzas armadas no admitieron que la retirada de los combatientes de EI haya sido resultado de un acuerdo secreto, según informó la ONG opositora Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en el Reino Unido.

Según el OSDH, unas 1.600 personas, incluidos cientos de hombres armados, abandonaron el área el sábado y el domingo, rumbo al desierto al este del país, luego de un acuerdo con el gobierno. El OSDH agregó, además, que EI incendió sus oficinas y vehículos para que el gobierno no pudiera apoderarse de equipo ni de documentación.

En diciembre de 2016, el Ejército sirio capturó los barrios orientales de la ciudad septentrional de Alepo, su mayor victoria desde el inicio del conflicto en 2011. En marzo y abril, los rebeldes rindieron Ghouta oriental, después de una aplastante ofensiva militar.

Esta victoria tiene además un costado diplomático.

El jueves, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, le dijo a su par sirio, Bashar Al Assad, que para alcanzar un acuerdo político, Damasco debería alentar a los países extranjeros a retirar sus tropas. El viernes, el enviado de Putin para Siria, Alexander Lavrentyev, aclaró que con esa solicitud, Putin había apuntado específicamente a Irán.

Junto con Rusia, Irán es el principal apoyo militar de Damasco. El portavoz de la cancillería iraní, Bahram Ghassemi, aseguró: “mientras el Gobierno sirio necesite nuestra ayuda, seguiremos en el país”.

Según Ghassemi, también los “asesores militares” de Irán fueron enviados a pedido del Gobierno sirio. (Télam)

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