Ordenan la detención del único procesado por el homicidio de Cintia Fernández

La Sala I del Tribunal de Impugnación hizo lugar parcialmente a un recurso de apelación y ordenó la detención de Mario Federico Condorí quien está procesado, aunque con libertad provisoria, como presunto autor responsable del homicidio de Cintia Fernández.

El 3 de mayo de 2011, la Policía fue alertada de la presencia del cuerpo de Cintia, quien falleció por asfixia por sofocación. Las pericias confirmaron que había sido asesinada el 28 de abril de 2011. Desde aquél día, su madre, Ana Fernández, comenzó una incansable cruzada para lograr que el crimen se esclarezca y se convirtió en una de las referentes de la agrupación Familiares de Víctimas contra la Impunidad de Salta, quienes marchan cada viernes por la tarde alrededor de la Plaza 9 de Julio.

Los jueces Ramón Medina y Virginia Solórzano analizaron dos recursos de apelación pese a que la defensa técnica del imputado solicitaba el sobreseimiento. Condorí había sido procesado por el Juez de la Sala VI con competencia en transición por el delito de homicidio, mientras que la Fiscalía solicitaba que lo fuera por homicidio agravado.

“El proceso es una serie concatenada y progresiva, en el cual el procedimiento preliminar, tal como lo indica su nombre, tiene un carácter meramente preparatorio y la finalidad específica de eliminar juicios injustos o inútiles; evitar el enjuiciamiento público infundado y un desgaste inútil de energía jurisdiccional”, recordaron los jueces.

La teoría suicida fue descartada por el primer legista que examinó a la víctima. Los jueces consideraron en este punto que las otras versiones resultan menos consistentes que la hipótesis homicida y apuntaron que el núcleo de la conclusión del magistrado de la causa relativo a la “existencia del hecho delictuoso -que Cintia Fernández habría sido asesinada ese 28 de abril- posee asidero suficiente.”

Respecto de la prisión preventiva en tanto, los jueces recordaron que la “Corte Federal tiene dicho que la idea de justicia impone que el derecho de la sociedad a defenderse contra el delito sea conjugado con el del individuo sometido a proceso de manera que ninguno de ellos sea sacrificado en aras del otro”.