Güemes, su biografía e hitos más destacados

El historiador y periodista Gregorio Caro Figueroa repasa la historia del héroe gaucho que hoy homenajeamos: "Güemes, la unión es nuestra arma invencible", escribe.

17 Jun 2018
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Por Gregorio Caro Figueroa

La vastedad del escenario geográfico donde Güemes y sus milicias combatieron, fue proporcional a la magnitud de su empresa. En diez años, en territorios de Salta y Jujuy, se libraron 74 combates principales y 154 acciones armadas. Nacido en Salta 1785 y muerto 1821 en una emboscada realista, Güemes consagró 22 años, de los 36 que vivió, a las armas.

Hijo de un importante funcionario español, y de una jujeña, a los 14 años se incorporó como cadete al Regimiento Fijo, del que formó parte durante seis años. Fue militar con formación profesional, no un improvisado. En 1806 tuvo activa participación en la reconquista de Buenos Aires durante la primera invasión inglesa. Adhirió al movimiento independista cuando se conoció en Salta el pronunciamiento del Cabildo de Buenos Aires.

En abril de 1814 San Martín le confió la comandancia de las fuerzas patriotas de avanzada que operaban en el Alto Perú, actuó en combinación con él y con Belgrano. Desde mayo de 1815, y hasta su muerte, ejerció esas funciones y las de gobernador de la Intendencia de Salta que abarcaba Salta, Jujuy, Orán, Santa María, Chichas y Tarija.

Junto con el ejército regular, Güemes comandó milicias organizadas en escuadrones integrados en grupos de 25 a 50 hombres, de 15 hasta 50 años de edad. Eran gauchos, arrieros, artesanos, labradores, todos “patriotas campesinos” iniciados como jinetes a los siete años. A su conocimiento del terreno, añadían destreza en el caballo, resistencia a las privaciones, astucia y valentía. Güemes llegó a reunir hasta 6.000 hombres. Con ellos, desde 1814 hasta 1821, las fuerzas patriotas rechazaron seis ofensivas del ejército realista.

La inferioridad de recursos materiales fue compensada con el conocimiento del terreno, la adhesión de los pobladores y la capacidad privar de recursos a los realistas, con acciones sorpresivas y arriesgadas, sometiendo al enemigo a una guerra de desgaste. Condiciones que, reconoció un general español, admiraban a los militares europeos.

Güemes aportó un apoyo fundamental al plan continental estratégico de San Martín. Güemes antepuso la independencia a las luchas internas, la patria a las ambiciones personales, la unidad a la dispersión y el localismo, y el acuerdo entre patriotas al conflicto y la anarquía. Güemes no se apartó de las normas humanitarias que en toda guerra suelen suprimirse. En 1818 Güemes dice al general español La Serna: “Sabe usted que yo he hecho la guerra sin traspasar los límites de ella y que he respetado la humanidad doliente”.

Cinco años antes de la ruptura del precario equilibrio entre algunas provincias y Buenos Aires, Güemes escribe: “la unión de todos los pueblos bajo el supremo mando del Estado es el arma invencible que debe salvarnos. (…) no habrá acontecimiento que me haga mudar de resolución: mientras yo gobierne la Provincia de Salta no se separará de la unión y obediencia a las autoridades supremas por más que algunos enemigos de la felicidad general se atrevan a intentarlo”.

En esos mismos años, Güemes se preguntó: “¿Cuándo llegará el suspirado día en que veamos reunido nuestro Congreso y que compuesto de sabios y virtuosos formen una Constitución libre, dicten sabias leyes y transijan las diferencias y relaciones de las provincias?”

Poco antes de la fatal emboscada donde fue herido de muerte, Güemes reiteró que sus afanes y su lucha lo eran “por la verdad y por la Patria. Por ellas, añadió, “daré la última gota de sangre”. Un día como hoy, hace 197 años, aquellas palabras dejaron de ser una frase estampada en un papel: en ese empeño, sin claudicaciones, Güemes entregó su vida.

“Este suelo en que nacido, no volverán a pisarlo los tiranos”. Tenía 36 años cuando expiró, acompañado de sus gauchos y de esas ideas.


La primera imagen que se conoce de Güemes. La hizo un retratista francés que pasó por Salta. Tomó como modelo a un descendiente de Güemes de apellido Murúa. Se publicó en 1885 en el libro del primer homenaje a Güemes que se hizo en Salta y en el país.

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