Un viejo reclamo podría haber evitado el trágico accidente en la Shell de la Terminal

Los playeros de la estación de servicios frente a la Terminal de Ómnibus de Salta no salen del asombro.

Dicen que podría haber pasado cualquier cosa. Ayer, como cualquier día normal de trabajo, estaban en sus puestos de trabajo y escucharon un fuerte ruido cerca de los surtidores de GNC. Cuentan que se escuchó como una detonación. Milagrosamente, ninguno de los trabajadores ni clientes de la estación de servicios estaba cerca cuando el Renault Symbol que conducía un joven de 25 años con otros tres de acompañantes se estrelló contra un paredón, bajando del Portezuelo.

Según la Policía, el conductor escapaba de un control vehicular y luego del trágico episodio hallaron droga en el vehículo, aunque aún no se precisó la cantidad.

Lo cierto es que el vehículo habría bajado a toda velocidad por el Portezuelo. Algunos playeros dicen que en ese momento un hombre de 58 años había ingresado a la estación para cargar GNC y recién había descendido de su Renault Kangoo. En ese momento, el Symbol se incrustó contra el paredón y luego el auto rebotó contra el utilitario. El conductor de este último logró esquivarlo, pero aún así sufrió heridas menores y permanece internado en el hospital San Bernardo.

La versión policial asegura que el auto era conducido por un joven de 25 años que llevaba de acompañantes a Enzo Camacho, de 20, que falleció horas después y dos jóvenes de 22. El operativo inició cuando un hombre llamó al 911 para alertar que en barrio Autódromo casi fue atropellado por el Renault Symbol que ya habría circulado a alta velocidad y zigzagueando. Desde el Centro de Coordinación Operativa (CCO) se dio aviso a la patrulla más cercana e inició la persecución cerca de la rotonda de Los Gauchos que terminó un kilómetro después con un muerto y cuatro heridos.

Un reclamo que nadie escucha

Trabajadores de la estación de servicio dicen estar expuestos a un peligro permanente y no solo por su trabajo sino por la inseguridad vial en la zona del Portezuelo.

La bajada que desemboca en la Terminal de Ómnibus es una curva peligrosa, cuya inclinación genera que los vehículos circulen a elevada velocidad, sin semáforos ni lomos de burro que puedan reducirla.

Al respecto cuentan que han presentado innumerables reclamos y notas a la Municipalidad de Salta, pero jamás tuvieron una solución. Entienden que si se hubiera colocado reductores de velocidad en la avenida el siniestro de ayer, quizás, no habría tenido el trágico descenlace. 

El problema continúa porque con la obra de refuncionalización de la Terminal, son muchos los conductores que a diario utilizan la estación de servicios como una rotonda, ingresando por donde no se debe y saliendo por donde les parece.