Pidieron la prisión perpetua para Nahir Galarza

La joven de 19 años, imputada por el crimen de Fernando Pastorizzo, declaró y lloró delante de los jueces.

25 Jun 2018
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Para los fiscales y la querella no hay dudas de la pena. Para ellos, Nahir buscó cometer el crimen perfecto. Engañó a la víctima: la hizo sentir confiada al punto que al momento de la despedida lo mató de dos balazos. Uno a quemarropa, por la espalda. Y el otro al estilo mafioso: para rematarlo.

Eligió hasta la escena del crimen ideal: oscura e inhóspita. Hasta intentó llevarse las vainas para que quedara como un asesinato impune.

A esa conclusión llegaron los abogados de la querella: pidieron que Nahir Galarza sea condenada a perpetua por el crimen doblemente agravado de Fernando Pastorizzo por alevosía.

Los fiscales se diferenciaron de esa calificación: pero hicieron el mismo pedido porque, según ellos, existía un vínculo de noviazgo entre la acusada y la víctima, motivo agravante.

Nahir Galarza le preguntó a su abogado a qué edad saldría en libertad si le daban la pena máxima. La respuesta fue : “A los 54 años”.

Antes, Nahir había declarado que el arma que mató a Pastorizzo de dos balazos, la madrugada del 29 de diciembre de 2017 en Gualeguaychú, se disparó por accidente. Y que ella quedó aturdida y la mente se le puso en blanco, como "apagada".

Para sus acusadores no hubo "mente en blanco". Por un lado, los fiscales Sergio Rondoni Caffa y Lisandro Beherán sostuvieron que Nahir disparó voluntariamente. Y que sabía disparar armas porque "le enseñó el papá".

"Tuvo firmeza para sostener el arma con la decisión de disparar y quitar la vida de la víctima", afirmó Beherán.

En cuanto al móvil del homicidio, los fiscales abonan esta hipótesis: la supuesta obsesión de la imputada hacia Pastorizzo.

"Existía entre ellos una relación de pertenencia -dijo Beherán-. Sentía que Fernando le pertenecía y por eso lo fue a buscar. Es inverosímil que se haya tomado un remís para ir a buscar el cargador de su celular a la casa de la víctima. Su madre tenía el mismo celular".

En esa línea argumentativa, los fiscales apuntaron que quedó acreditada la relación de noviazgo entre los protagonistas de esta historia, aunque Nahir aseguró en su declaración: "No era mi novio, solo nos veíamos a la madrugada para tener sexo. No era nada especial ".

"Más allá de que testigos han dicho que no se daban la manito o se daban besitos, eso no quiere decir que no hayan sido novios. Los chicos de ahora tienen particularidades que nosotros quizá no teníamos. Fernando tenía acceso a la habitación de Nahir a la hora que quisiera. Una habitación que está a tres metros de la del padre de la imputada, el oficial de Policía Marcelo Galarza. ¿Eso es una relación pasajera o desconocida por sus padres?", prosiguió el fiscal.

El viaje a Brasil que Fernando hizo con Nahir y su familia también fue otro punto que fortaleció la hipótesis de que eran novios, según el Ministerio Público Fiscal y la querella.

"Es inverosímil que Galarza haya conocido a Pastorizzo diez minutos antes de viajar. Porque una amiga de su hija no pudo ir. Ellos se querían, a su manera, pero se querían. Cuando Nahir refiere haber perdido un embarazo, Fernando le respondió: 'No te preocupes, ya vamos a tener otro'. Eso prueba una relación estable".

Los fiscales se refirieron a que entre Nahir y Fernando hubo más de 304 mil mensajes en los últimos meses, a razón de 300 mensajes por día. Rondoni Caffa citó a los peritos balísticos, que aseguraron la imposibilidad de que una pistola 9 milímetros -como la de Galarza- sea disparada por accidente, y mencionó a un testigo clave del caso. Al remisero que vio a Nahir en la escena del crimen.

"Por casualidad o causalidad, o Providencia de Dios o los astros, según en que se crea, ese hombre pasó y no sólo escuchó un disparo, vio a Nahir junto al cuerpo de Fernando", graficó el mismo fiscal al que Nahir le dijo primero que había matado a Pastorizzo y, dos semanas después, que se había tratado de un accidente.

También desacreditó los dichos de la vecina María Inés Correa, al referirse al "ojo biónico"de esa mujer, que en plena noche dice haber visto, por una hendija, a Fernando golpear a Nahir y llevar el arma antes de irse con ella en moto.

Tanto Rubén Virué, el abogado de Silvia Mantegazza, la madre de Fernando, como Sebastián Arrechea y Juan Carlos Peragallo, que representan a Gustavo Pastorizzo, el padre de Fernando, valorizaron la aparición del remisero en el caso y tomaron las palabras de Rondoni Caffa. "Un testigo que apareció por Providencia de Dios, aunque no comparta esa creencia", sostuvo Arrechea. A su turno, Peragallo consideró que sin ese testigo "probablemente el caso hubiese quedado impune".

Para la querella, Nahir planificó el crimen. Virué tiene una hipótesis: "El 28 de Diciembre, el Día de los Inocentes, Fernando le pregunta por mensaje a Nahir si no lo quería más. Ella le responde que era difícil dejar de querer a alguien en tan poco tiempo. Él le responde: 'Ni por un millón de dólares volvería con vos'. Ese mensaje, creemos, fue una sentencia de muerte para Fernando. Nahir decidió matarlo a partir de esa respuesta, que implicaba un abandono".



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