Desde la cárcel, un salteño dirigía una banda que vendía drogas por más de $ 100.000

Desde la cárcel federal de General Güemes un preso dirigía una banda acusada de vender drogas en la zona sudeste de Salta, y fue desbaratada en las últimas horas luego de un minucioso trabajo de investigación.

La investigación surgió a partir de los datos que aportaron los vecinos de barrio 26 de Marzo, donde operaba la banda. Para preservar su integridad, la fuerza se comprometió a brindar todas las medidas de seguridad ante el temor de represalias. Las tareas fueron realizadas por los policías de la Ufinar (Unidad Fiscal de Narcocriminalidad), quienes actuaron bajo la dirección del fiscal penal Santiago López Soto.

En el operativo no solo se logró identificar a la banda, dirigida por Sebastián Federico Mercado, desde la cárcel de Güemes; su pareja, Raquel Andrina Torres; su cuñado, Walter Benjamín Torres y su suegra, Felisa del Valle Verón en cuya vivienda secuestraron ocho kilos de drogas.

En el operativo se secuestró unas 34.000 dosis de estupefacientes y otros elementos de interés para la causa.

Cómo operaba la banda

Según consta en la investigación, la banda operaba en una zona conocida como “La Ranchada”, ubicada en la zona sudeste de la capital salteña, en el barrio 26 de Marzo donde residían los detenidos.

Las pesquisas permitieron identificar a la familia Mercado como quienes dirigirían la venta de droga en “La Ranchada”, lugar visitado por consumidores y otros revendedores que allí iban a abastecerse de sustancias.

El barrio representaba una zona hostil para la Policía ya que familiares y amigos de la banda salían a la calle a repeler la presencia de efectivos.

La Ufinar estableció que el supuesto cabecilla, Sebastián Mercado, había sido detenido luego de que el 15 de enero de 2017, junto a otros familiares, agredieron a un vecino y lo asesinaron, hecho por el cual fueron llevados a juicio. Mercado fue condenado a un año de prisión efectiva por el delito de amenazas con armas, siendo luego unificada con una condena posterior por venta de drogas. Es por esto que fue alojado en Güemes donde seguía con el negocio de la droga. La investigación determinó que la esposa del acusado, Raquel Andrina Torres, tuvo un rol más protagónico.