Monseñor Cargnello: "el aborto es matar a un inocente"

“La Iglesia proclama un respeto irrestricto por la vida. El aborto es matar a un inocente por lo tanto es un crimen”. Con estas palabras, monseñor Mario Cargnello ratificó la postura de la institución entorno al debate por la interrupción voluntaria del embarazo, que el 8 de agosto se votará en el Senado de la Nación.

Entrevistado por Multivisión HD, el Arzobispo de Salta objetó uno de los principales artículos del proyecto de ley que ya obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados, es decir el número 7 que busca garantizar el derecho a acceder a la interrupción voluntaria del embarazo con el sólo requerimiento de la mujer o persona hasta la semana 14.

“La ciencia habla de que existe un ser desde el momento de la concepción. Lo de las 14 semanas no es tan así. Además, desde el punto de vista jurídico, la ley también protege la vida”, opinó Cargnello. “Puede ser la oportunidad para llevarnos por la cultura de la muerte o de ser consecuentes con nuestra Constitución”, reafirmó

El referente de la Iglesia salteña también cuestionó a quienes, según su mirada, buscan imponer sus necesidades. “No hay duda que en el país existe una positiva conciencia de los derechos humanos pero hay una cultura que exalta el derecho sin advertir que lleva consigo la carga de asumir las consecuencias y respetar al otro. Se instaló una mentalidad hedonista y donde lo importante es lo útil. La vida es un primer bien, si no hay vida no hay derechos pero en la discusión se impone la mentalidad de lo útil y se impone”, manifestó.

El artículo Nª7 expresa también que fuera de las 14 semanas se garantice el derecho de la mujer a abortar si el embarazo fue producto de una violación. Al respecto, Monseñor dijo que la respuesta debería ser la contención. “A la mujer que fue violada y queda embarazada hay que acompañarla. El estado debe ayudar a la mujer a que supere la situación de tormenta porque tiene que seguir viviendo”, sentenciar.

Finalmente pidió que el debate se realice por serenidad y sin peleas. “No resolvemos nada calificándonos de una manera despectiva los unos a los otros, sino buscando la verdad”, finalizó.