Los intendentes salteños temen un 2019 complicado por el ajuste nacional

El ajuste planeado por el Gobierno Nacional para cumplir con las metas propuestas por el Fondo Monetario Internacional contempla una reducción en los recursos provenientes del Fondo Federal Solidario, surgido de la recaudación de la soja, dinero que es clave en las economías de los Municipios del interior.

Se espera un achique de 25.000 millones de pesos para todas las provincias. Dicho impuesto es enviado a los municipios y en Salta particularmente se transfiere el 50% del mismo. Por lo tanto, un recorte de este tipo afectaría directamente a las administraciones más chicas, que dejarían de percibir unos $200 millones.

“Estamos más que preocupados porque el Gobierno, desde el inicio de su gestión, prometió cambios y no logró ni bajar la inflación, que es el problema más grave y quieren que las consecuencias las paguemos los municipios y las provincias”, lanzó Mario Cuenca, intendente de Campo Santo y presidente del Foro de Intendentes.

El dirigente explicó que la coparticipación de recursos es, en general, reducida y que el fondo de la soja venía a alivianar esa inequidad. En Salta la dependencia de los municipios de ese dinero es todavía más grande que en la mayoría de las provincias por la decisión de Urtubey de agregar un 20% más al 30% que corresponde para llegar así al 50% antes mencionado.

“Con esta situación, se van a agravar los problemas, tenemos que hablar con el gobernador para conocer las consecuencias de esto porque es una negociación que están llevando adelante el gobernador y el ministro de Economía”, añadió Cuenca en Buena Mañana, por Radio 10.

Algunos intendentes se reúnen un martes al mes en Finca Las Costas con Urtubey y ahora aguardar por el próximo encuentro para conocer los detalles de esta situación. Cuenca se juntará hoy con intendentes en El Galpón para escucharlos acerca de este conflicto que se avecina.

Imaginando que el recorte se dará en 2019, Cuenca dio un pantallazo del difícil panorama que atraviesa Campo Santo y cómo puede llegar a repercutir. “Todos miran en achicar gasto en trabajadores y hoy yo no puedo hablar de esas cosas acá porque encima tenemos la situación del Ingenio San Isidro sin resolverse, con 730 trabajadores en la calle, además hay una clínica que está por cerrar y tiene 60 trabajadores”, refirió para graficar lo dramático de la situación.

“No sé hasta cuándo se aguantará todo esto”, concluyó Cuenca.