Apuntes sobre “Apolo Cupisnique”, de Mario Montalbetti

El poemario del lingüista y poeta peruano acaba de ser publicado en la Argentina.

26 Jul 2018
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Esto no es una reseña. En el título aparece la palabra “apuntes”, porque esta nota es un intento de compartir ideas fragmentarias y sensaciones de un libro, en este caso leído tres veces en las últimas dos semanas.

El libro en cuestión es “Apolo Cupisnique”, de Mario Montalbetti, editado por Añosluz. Algunos datos sobre el autor: nació en 1953, estudió literatura y lingüística en la Pontificia Universidad Católica del Perú. En 1978 publicó su primer libro de poemas, Perro Negro. 31 poemas. Además de poeta es un reconocido lingüista.

Primera observación sobre el libro: es imposible alcanzar un todo. No solo el lenguaje tiene sus carencias, áreas donde no puede acceder, sino que los mismos cuerpos aparecen fragmentados, rotos. El primer poema del libro comienza con estos versos:

“No es lo mismo ahora

que no llevo una cabeza humana

sobre mis hombros

soy menos temible


Insisto en recorrer las habitaciones

pero soy menos temible

esta vez que no llevo

una cabeza humana

sobre mis hombres…


En otro poema se puede leer:


“un brazo, una muela, un tobillo

partes del cuerpo


y no llegas a ningún lado


afuera –dicen- hay un mundo

con flores rojas


¡qué es un mundo con flores rojas

y sale el sol?


el pulido, el azogue, el bisel

partes del espejo


Y eres otro”

Montalbetti pone en primer plano su desconfianza por el lenguaje. O, por lo menos, expone sus deficiencias. Las lectoras del sitio Booklosophy”, lo explican mejor: ‏“¿Cuál es la diferencia entre una vaca y el lenguaje?”, se pregunta en un poema. Montalbetti explora la relación sujeto-objeto de forma que permite encontrar una respuesta sobre quién define a quién. Y todo esto lo hace con una métrica tan precisa que vuelve al verso fluido y musical”.

Jorge Monteleone se pregunta, en este sentido: ¿Montalbetti se habrá hecho poeta para explicarnos exactamente lo que el lenguaje no hace?

Esto se percibe también en el poema “Traducción radical”:

“Enseñarle castellano a un perro

es la verdadera enseñanza.

“Nunca va a aprender”, dicen.

¡Por qué? ¿Acaso el castellano

es cuestión de inteligencia? Tal vez

Sería mejor aprender a ladrar entonces

¿por qué no lo podemos hacer?

Me gustaría decir “yo te quiero”

ladrando…”


Si los cuerpos están desmembrados y el mismo yo lírico desconfía del lenguaje, está claro que un fantasma que sobrevuela todo el libro es el de la identidad. Una identidad astillada, repleta de dudas. Por eso su poema Introducción a la metafísica arranca así:


“¿Por qué hay peruanos en lugar de no haber peruanos?

Tal vez sea una pregunta arbitraria. Tal vez no.

Pero ésa es la pregunta que los peruanos nos hacemos


a lo largo de nuestro pasaje histórico por el tiempo. “


 Un mejor lector podría comparar la relación entre este poemario y los anteriores de Montalbetti. Sería importante hacer eso. Quien escribe esta nota no tiene esas lecturas hechas. Así que acá terminan estos apuntes. Son solo, una mirada posible sobre los textos. La recomendación es que cada uno se acerque y saque sus conclusiones. Solo una advertencia: Es un libro que leen, que volverán a leer, que van a seguir leyendo.



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