Un experto forense asegura que el cuerpo de Santiago Maldonado "fue plantado" en el río Chubut

El perito Enrique Prueger analizó los resultados de la autopsia y concluyó que es imposible que haya estado 78 días sumergido.

27 Jul 2018
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Un perito forense analizó los resultados de la autopsia del cuerpo de Santiago Maldonado y concluyó que es imposible que el artesano haya estado sumergido durante 78 días en el río Chubut.

Enrique Prueger puso de esta manera en duda la versión oficial, que indica que el artesano "se ahogó solo" mientras escapaba de la represión de la Gendarmería Nacional en un corte de ruta en Chubut.

El perito criminalista no solamente realizó un análisis de la pericia sino que además trabajó sobre el cauce del río y en un informe dado a conocer ayer contradice algunas de las conclusiones del equipo de investigaciones oficial.

Según Prueger, los peritos "ignoraron a sabiendas" este análisis que aparece en la autopsia, porque "echaba por tierra la data prolongada de la muerte.

Prueger, con amplia trayectoria en casos de amplia difusión en las últimas tres décadas, dice que el cuerpo de Santiago Maldonado no estuvo 78 días bajo el agua y que fue "plantado por alguien" en un período que puede ser de pocas horas hasta un máximo de 10 días antes de su aparición, el 17 de octubre de 2017.

"Hay dos posibilidades: una terrible y la otra siniestra", dice Prueger. "O murió ahogado y su cuerpo fue escondido en algún lugar antes de ser arrojado al río para que se lo descubriera" o "Santiago fue apresado, escondido (si había sido golpeado tal vez para esperar que sus golpes desaparecieran) y luego ahogado y colocado en ese lugar", dijo.

El perito llega a esta conclusión luego de estimar que los 28 peritos que firmaron la autopsia en noviembre pasado ignoraron el punto 10 del informe, en el que la bióloga y palinóloga Leticia Povilauskas detalla el tiempo que pudo perdurar el polen hallado en la ropa de Santiago.

En la foja 54 del análisis, la científica dice que "bajo ningún punto de vista los granos de polen encontrados en las muestras peritadas, puedan permanecer adheridos a las prendas anteriormente citadas, sumergidas en el lugar del hecho descripto por un período de tiempo prolongado", debido a "la mínima velocidad que pueda tener la corriente de flujo en el río, la energía presente en el medio acuático y la cantidad de oxígeno removido en el lecho".


De acuerdo a este análisis, "todas estas condiciones hacen que el polen se desprenda fácilmente de las ropas, sobre todo en materiales de nylon tipo impermeable como es el caso del pantalón" y por lo tanto, según su informe, en no más de 20 ó 30 días los granos de polen deberían haber desaparecido.

La famosa autopsia a Maldonado concluyó que el joven tatuador murió por ahogamiento coadyuvado por hipotermia, pero nunca definió el tiempo que Santiago permaneció muerto bajo el agua. Aquel informe, que todos los peritos de las partes firmaron, estimó que el cuerpo estuvo en el río Chubut 53, 60 ó 73 días, y que no había rastros de que hubiera sido movido del lugar donde apareció.

Según Prueger, los peritos "ignoraron a sabiendas" este análisis que aparece en la autopsia, porque "echaba por tierra la data prolongada de la muerte y no podía superar los 30 días y más aún obtuvieron huellas dactilares y cualquier autor, aun los antiguos de la década del 20 del siglo pasado, expresan que el guantelete se sale en un máximo de 20 días. Estos dos argumentos eran infranqueables para los peritos, pues no podían concluir nunca con una data de más de 70 días", dice el especialista, en una entrevista con Infobae.

Para comprobar su hipótesis realizó un experimento en el río Chubut y constató que, además de "ignorar" el informe de la bióloga, se cometieron errores en las mediciones de la temperatura del agua por lo que a partir de esa equivocación se infirió el tiempo sumergido que dice la autopsia.

En el experimento, Prueguer sumergió un trozo de carne de casi un kilo en el lugar donde fue encontrado el cuerpo de Santiago Maldonado y cada semana se volvió a pesar y a colocar en el mismo lugar, para de esta manera verificar cuál era la tasa de degradación producto de la fauna. La acción sobre la carne, dijo el perito, "fue producida no solo por la descomposición en el agua sino también por la acción de la fauna del lugar, nutrias, hurones, peces y cangrejos que literalmente la devoraron".

De acuerdo con el criminalista, la carne pesaba 998 gramos cuando fue sumergida y 45 días más tarde, registró un peso de 445 gramos. "El cuerpo de Santiago Maldonado, que se dice estuvo en el agua durante 78 días, tenía las papilas de los dedos de las manos y en condiciones por haber sido identificado mediante el procedimiento respectivo, los tatuajes en la espalda se podían distinguir y presentaba apenas algunos mordiscos de fauna, como si ese cuerpo hubiera permanecido en el agua pocos días", explicó.

"El experimento que hicimos revela que es imposible que el cuerpo de Santiago haya podido permanecer allí sin experimentar una descomposición y ataque de la fauna presente en el lugar".

Otro de los errores que detectó Prueger en la autopsia fue que hubo un registro equivocado de la temperatura del agua, al que se aplicó la tabla de REH, basada en temperaturas promedio. "En la autopsia se trabajó con la temperatura mínima de los días de la desaparición. Sus resultados son falsos, nulos", comentó y aseguró que el período ventana sobre qué pasó con el cuerpo es no mayor a 30 días, pero el artesano estuvo desaparecido durante 78. "Mi experiencia me indica que los ahogados en ríos patagónicos muestran otro tipo de cadáver".

"El trabajo se motivó en un grupo de profesionales que integro y dirijo. Cuando vimos la autopsia hicimos una revisión. Nos pareció extraño que 28 expertos que firmaron la autopsia estuvieran todos de acuerdo y ninguno tenía nada por verificar o confirmar. Así que nos pusimos a revisarla", dijo Prueger. "Yo tengo contacto con los familiares de Maldonado pero este fue un trabajo independiente, dentro del ámbito de la Universidad Nacional de Río Negro y el instituto que dirijo".

Entre las investigaciones en las que participó Enrique Prueger están la del asesinato del soldado Omar Carrasco y la muerte de Carlos Menem Junior, donde fue perito de parte en representación de Zulema Yoma. También trabajó en el caso del fiscal Nisman, y fue perito oficial en el caso del doble crimen de La Dársena, en Santiago del Estero, y del triple crimen de Cipolletti.


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