Amplio repudio contra la violencia hacia quienes apoyan el aborto legal

Ciudadanos salteños, con la adhesión de distintas organizaciones, repudiaron las “muestras de violencia, verbal o física que se han puesto de manifiesto en los últimos días con el crecimiento de la visibilidad pública del debate acerca de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo”.

30 Jul 2018
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IMAGEN GENTILEZA DE Rodrigo Saravia, Cecilia lutufyan, bea Juárez, Alejandro gallo, Rodrigo Moscoso, ivana salfity

El 8 de agosto los senadores nacionales votarán a favor o en contra del proyecto, que ya cuenta con media sanción en Diputados, y busca legalizar y despenalizar el aborto en la Argentina.

A medida que se acerca el día, crece la tensión en el debate. Por momentos se llega a la violencia.

Por eso, ciudadanos salteños repudiaron las “muestras de violencia, verbal o física que se han puesto de manifiesto en los últimos días con el crecimiento de la visibilidad pública del debate acerca de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo”.

En una carta de ciudadanos salteños, con el apoyo de distintas agrupaciones (“Grupo Verde nuevo Salta” y a la que adhieren la Coordinadora de estudiantes secundarios a favor del aborto Salta, la Comisión de la mujer de la Universidad Nacional de Salta, la Asamblea feminista Salta y Autoconvocadas de Vaqueros, La Caldera), se puede leer: “En los grupos de wasap donde circulamos información y compartimos nuestros corazones verdes de repente sonaron las alertas, es mejor no llevar nuestros pañuelos, descolgarlos de los cuellos, de las carteras, de las mochilas, de los sombreros. ¿Por qué?. Es mejor cuidarnos. ¿De qué?. De los grupos autodenominados pro-vida y sus reacciones. ¿Quiénes son?. No entendemos. ¿Por qué me tengo que cuidar?. Porque muchos se ponen violentos y amenazan con hacernos daño”.

La carta abierta enumera más hechos de violencia, hechos concretos que sufrieron en la provincia quienes apoyan esta ley.

Esta es la carta completa:


 "Libertad sin violencia para nuestros cuerpos y nuestras decisiones


Repudio ciudadano a las diferentes muestras de violencia, verbal o física que se han puesto de manifiesto en los últimos días con el crecimiento de la visibilidad pública del debate acerca de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo -IVE- en Argentina.


En Salta las voces de la ciudadanía que se encuentran a favor de la ley comenzaron a hacerse escuchar cada vez más fuerte. Se promovieron una gran cantidad de debates y charlas que siempre alientan a reflexionar y a enriquecer las diferentes posturas. En conjunto, sentimos que aprendimos enormemente de y con las exposiciones de ideas, entendimos cada vez más la importancia de defender esta ley que otorga a las personas gestantes el derecho a decidir sobre sus cuerpos, sobre sus vidas y protegerlas de situaciones extremadamente riesgosas que suceden en la clandestinidad de la práctica del aborto.

Nos alarman los números de mujeres que mueren en los abortos clandestinos. Nos alarma la gran cantidad de embarazos de niñas y adolescentes, violadas o abusadas en sus propios entornos familiares y de cuidado. Nos alarman la misoginia y la discriminación. Nos alarma la pobreza. Nos alarma la doble moral de quienes quieren hacer parir a la fuerza a mujeres y niñas que manifiestan no desear sus embarazos por los motivos que sean.


En los grupos de wasap donde circulamos información y compartimos nuestros corazones verdes de repente sonaron las alertas, es mejor no llevar nuestros pañuelos, descolgarlos de los cuellos, de las carteras, de las mochilas, de los sombreros. ¿Por qué?. Es mejor cuidarnos. ¿De qué?. De los grupos autodenominados pro-vida y sus reacciones. ¿Quiénes son?. No entendemos. ¿Por qué me tengo que cuidar?. Porque muchos se ponen violentos y amenazan con hacernos daño.

Después de las cataratas de comentarios violentos en redes sociales que desde hace un tiempo recibimos quienes nos pronunciamos a favor del aborto legal, seguro y gratuito, se multiplicaron en toda la provincia insultos en la vía pública por llevar el pañuelo, sanciones terminantes en instituciones escolares públicas y privadas y en algunos casos violencia física manifiesta. Nos toca presenciar cómo, mientras en la cámara de senadores de la Nación se debate la ley que ya obtuvo media sanción de diputados, en Salta hay quienes creen que no podemos ni debemos manifestar nuestro apoyo a la ley en libertad. Ante esta situación, nos vemos obligados a reforzar nuestra postura y convencimiento a favor de la ley, a favor de la vida plena en una sociedad justa que otorgue cada vez más derechos.

 Definir la postura contraria a la legalización como “pro-vida” es un pre concepto fuertemente arraigado en concepciones religiosas e ideológicas que, en la práctica concreta, alienta a mantener en la clandestinidad la decisión íntima de la mujer de continuar o interrumpir su embarazo. Los números indican que la penalización del aborto por sí misma no impide que éste ocurra.

Al proclamar mantener la clandestinidad del aborto y oponerse a la protección que debe brindar el sistema de salud, los grupos pro-vida contradicen semántica y lógicamente su propio postulado. Al mismo tiempo, los ataques en palabras y actos que estos mismos grupos manifiestan hacia quienes están a favor de la legalización del aborto, dan cuenta de formas de violencia que no condicen con el mentado respeto a la vida. Llama la atención que estos sectores que manifiestan su rechazo a la ley tomen la crueldad como discurso. Siempre de manera dicotómica y sin veracidad alguna oponen, los derechos de la mujer al derecho a la vida, la mujer libre a los derechos a la familia, la fe religiosa a las decisiones políticas. La retórica de muerte que utilizan bajo el lema de "salvemos las dos vidas" es monstruosa, ejemplifican con embriones superdotados, a veces con aspecto de niños que parecen no necesitar ya del vientre materno para terminar su formación y les hacen hablar lastimosamente en su folletería para amedrentar desinformando, impartiendo miedo, culpa y violencia.

Un docente oranense publicó desde su cuenta personal de facebook un mensaje de violencia extrema contra las mujeres que llevan su pañuelo verde, donde festeja un simulacro de femicidio. Tras ser denunciado y sancionado, afirmó en su declaración estar "en contra del proyecto de ley" pero ser "respetuoso de otras opiniones", sin embargo, el comentario que hizo público en su cuenta demostraba un altísimo grado de intolerancia opuesto a lo que afirmó en la audiencia.

Los casos de persecución y discriminación en los colegios secundarios a quienes manifiestan su postura a favor de la ley han ido en aumento. Estudiantes de colegios salteños denunciaron el espionaje institucional que sufren en las redes sociales donde discuten, debaten y piden por una educación sexual integral, las amenazas de amonestaciones, sanciones y, en algunos casos, hasta la expulsión por manifestarse a favor de la legalización, por llevar el pañuelo verde o simplemente acordar con el debate y el disenso.

Desde la ciudadanía salteña repudiamos la violencia. Creemos imprescindible que las diversas instituciones y el gobierno provincial reencaucen y propicien el debate en el conjunto de la sociedad, con libre acceso a la información y donde podamos sostener nuestras posturas sin que ello conlleve amenazas o actitudes de violencia físicas o psicológicas. Es necesario alejar a nuestra sociedad salteña de los fanatismos enceguecedores para invitarla a participar con orgullo, seriedad y respeto de este debate histórico.


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