En Salta cobran hasta U$S 1.000 para ingresar un migrante ilegal por la frontera

Esta vez el narcotráfico no escribió las crónicas policiales más recientes, pero el escenario sigue siendo el mismo: la frontera salteña, un lugar predilecto para las bandas delictivas y criminales para mover montañas de dinero.

Las noticias de la semana comenzaron a transcurrir con la detención de varios inmigrantes colombianos que habían sido encontrados en actitudes sospechosas en las terminales de ómnibus de Salta, Güemes, Orán, Aguas Blancas y Colonia Santa Rosa. Todos presentaban varias similitudes: eran hombres, jóvenes, indocumentados y de origen colombiano. Las detenciones se concretaron a partir de un trabajo de monitoreo del Centro de Coordinación Operativa (CCO) con apoyo de las cámaras de videovigilancia desde dónde advirtieron a las patrullas más cercanas.

En Salta cobran hasta U$S 1.000 para ingresar un migrante ilegal por la frontera.

Cuando la fuerza abordó a los inmigrantes ninguno de ellos tenía alguna documentación que los identifique ni acredite su presencia en territorio salteño. Por disposición de la Justicia federal todos fueron trasladados a la Dirección Nacional de Migraciones y en las próximas horas serán deportados.

Pero ¿qué hay detrás de esta mafia? ¿cómo se planea y avanza el contrabando de personas? Detalles un millonario negocio.

Montañas de dinero

Otro gran golpe al tráfico ilegal de personas tuvo lugar con la detención de cuatro miembros de una peligrosa banda criminal que ingresaba inmigrantes ilegales al país, desde Bolivia, por Jujuy hacia Salta, un negocio que se cobraba en dólares.

Luego de una intensa investigación dirigida por el Juzgado Federal 1 junto a profesionales de la División Trata de Personas de la Policía de la provincia, en las últimas horas se desarticuló una organización criminal que se dedicaba al tráfico ilegal de personas.

Según consta en la investigación, los detenidos facilitaban documentos falsos, el ingreso al país y se encargaban de traslados y distribuirlos -cual mercadería- a diferentes provincias, siempre vía terrestre.

La organización criminal operaba en Salta y Jujuy pero tenía conexiones internacionales ya que recibía personas de nacionalidad china que llegaban a Bolivia, las ingresaban por la Quiaca, con documentos y permisos apócrifos de Migraciones. La ruta del tráfico continuaba por Salta hacia otras provincias del país donde serían explotados laboralmente.

El negocio en números

La Justicia le puso números al negocio que movía la banda criminal. Aseguró que en los últimos 10 meses realizó al menos 300 operaciones.

Los delincuentes cobraban u$S 1.000 por cada inmigrante que ingresaba al país de manera ilegal.

Para desarticular la banda fueron necesarios más de 100 allanamientos en Salta y Jujuy. Como resultado se detuvo a cuatro miembros de la banda, entre ellos los principales cabecillas. A los arrestos se sumó el secuestro de cuatro vehículos particulares que eran usados por la organización para el traslado de los inmigrantes, más de $ 1.500.000 entre moneda argentina y dólares. En las viviendas encontraron también documentos y registros que sirven de interés para la causa.

El operativo fue supervisado por la Fiscalía Penal 1 y el Juzgado Federal, con apoyo de la Unidad de Análisis Criminal del Ministerio de Seguridad de la provincia y más de 100 efectivos abocados a los operativos.