Mario Poli les pidió a los senadores “legislar por el bien común”

Durante la misa de San Cayetano, el cardenal se refirió al aborto y expresó: “que este debate no oculte ocuparse del verdadero problema de los argentinos, los pobres”.

07 Ago 2018
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El mensaje del arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, brindado este martes en la misa de San Cayetano tuvo como eje el tema del aborto, que se definirá mañana en el Congreso de la Nación. Y en ese marco, ante un nutrido auditorio, el prelado les habló directamente a los senadores de la Nación.

El cardenal aprovechó la oportunidad para pedirles que “no interrumpan la tradición de legislar para el bien común”.

“Hoy vivimos en nuestra Nación serios desafíos”, sostuvo Poli, que agregó que “ninguno es tan serio y grave como el que tienen en sus manos los legisladores del honorable Senado de la Argentina. Todos sabemos que se juega la aventura de niños y niñas concebidos y que esperan nacer en el vientre de sus madres. El proyecto de ley que abona la interrupción voluntaria del embarazo, de aprobarse, pone a los indefensos y vulnerables seres humanos que se están gestando en un camino sin salida”.

En su mensaje, el cardenal Poli habló de “excluidos de la legítima defensa, sin juicio, ni proceso. Sólo les corresponderá el deber de aceptar morir sin más. Porque sabemos que detrás de la incomprensible palabra interrupción, no hay nada más. Y los cristianos como ciudadanos elevamos la voz de los que no pueden hablar. En defensa de las dos vidas: la del mamá y la del bebé”.

“Le pedimos a San Cayetano que nos dé una vez más una mano. Para que las mamás jóvenes encuentran un espacio y tengan la alegría de concebir a pesar de todo”, señaló el prelado, que sobre el final volvió sobre los legisladores: “desde aquí elevamos nuestra oración para que los miembros del honorable Senado de la Nación no interrumpan la honrosa tradición de legislar para el bien común. Con leyes que abran a la esperanza de nuestro pueblo. A favor de la cultura de la vida. Y protegiendo los más débiles e indefensos que esperan participar en esta historia, que tienen derecho a pertenecer a una nación, lugar donde se nace, donde hay lugar para todos, donde nadie sobra y hacen falta”.

Sobre el final de su duro discurso, el sacerdote remató pidiendo “que este debate no oculte ocuparse del verdadero problema de los argentinos, los pobres”.

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