Coimas: una de las empresas investigadas dejó obras abandonadas en Salta e incidentes policiales

Uno de los últimos empresarios detenidos en el marco de la causa por las coimas en la obra pública durante el kirchnerismo, fue el dueño de Servicios Vertúa, Raúl Vertúa, quien estuvo detrás de los violentos incidentes en Morillo en 2015, donde manifestantes y policías se enfrentaron dejando un saldo de heridos con fuego y balas de goma.

Vertúa había ganado la licitación para construir el un tramo del gasoducto del Noreste, la obra pública más grande del país, que uniría con 1.500 kilómetros de caños el conducto entre Bolivia y Santa Fe. Servicios Vertúa obtuvo el primer tramo en Salta, cobró $ 733 millones, pero abandonó la obra, según publicó TN.

Con el estallido de la causa a raíz de los cuadernos, el juez federal Claudio Bonadio ordenó el viernes pasado la detención de Vertúa y el extitular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Lascurain, en medio de cuatro operativos simultáneos que también apuntaron contra el exdirector ejecutivo del Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi), Claudio Uberti, y a José María Olazagasti, exmano derecha de De Vido.

Los incidentes en Morillo

El 29 de septiembre de 2015, un grupo de manifestantes en la localidad de Morillo, se enfrentó con la policía que intentó dispersar las protestas de trabajadores wichis contra la empresa de gas Vertúa.

El reclamo provenía del disgusto ante el incumplimiento de una promesa laboral por parte de la empresa para con un grupo de trabajadores, que incluso habían llegado a hacerse los exámenes pre ocupacionales previos.

Cuando estas personas se llegaron hasta la empresa para empezar a trabajar, advirtieron que sus puestos habían sido ocupados, presuntamente, por trabajadores traídos desde Tartagal.

Así fueron los incidentes:

Desde comienzos de aquel año que las comunidades originarias reclaman un mayor cupo de personal, ya que, según ellos, lo otorgado hasta el momento por la empresa que desarrolla su actividad en el marco del gasoducto del NEA, no es suficiente.